Les mostramos el rifle con el que ETA intentó asesinar al Rey Don Juan Carlos en Palma de Mallorca en 1995. Para perpetrar sus crímenes utilizaron armas al uso, pero también artefactos explosivos. Los utensilios de cocina más comunes como una cacerola o un tupper podían convertirse en mortíferas bombas.

Una muestra que nos enseña la cara más dura de la tragedia pero que narra también los éxitos policiales y la unidad de la sociedad española para combatir la que durante décadas fue una auténtica lacra.

Los robots y los trajes de los tedax, los manuales de actuación de los terroristas, la metralla de las bombas. Son algunas de las curiosidades de este homenaje a los que fallecieron víctima de la barbarie terrorista. Un homenaje que revela también que gracias a la policía se le ha podido hacer frente.