MEDIO AMBIENTE

Ecologistas en Acción detecta contaminación por ozono 'silenciada' por las autoridades

  • En Valladolid, Lario, Carracedelo, Ponferrada y La Robla

Ical

Ecologistas en Acción denunció hoy que la zona norte de Valladolid vivió una posible alerta por contaminación por ozono entre los días 5 y 9 de julio, “silenciada por las autoridades a pesar de los daños a la salud pública”. Una situación que según la organización, también parece haberse producido este verano en las estaciones de Lario, al norte de la provincia de León, los días 6, 7 y 8 de julio (donde se alcanzaron 197, 229 y 190 microgramos por metro cúbico, respectivamente), Carracedelo, en El Bierzo, el 8 de julio (donde se alcanzaron 183 microgramos por metro cúbico), Ponferrada el miércoles 17 de julio (donde se alcanzaron 181 microgramos por metro cúbico) o La Robla el 22 de agosto.

En este contexto, los ecologistas siguen a la espera de las mediciones originales de ozono de la estación de control de la contaminación de Paseo del Cauce de Valladolid entre los días 5 y 9 de julio, que pidieron hace tres semanas al Ayuntamiento de Valladolid, al observar que en estos días las autoridades municipales “habían suprimido en el proceso denominado validación de datos, decenas de datos horarios que podrían haber rebasado el umbral de alerta, establecido por la normativa española y europea en 240 microgramos por metro cúbico como promedio horario. Asimismo, los ecologistas afirman que las superaciones, en las localidades leonesas, también fueron suprimidas de la web de contaminación de la Junta de Castilla y León y “no dieron lugar a ningún tipo de aviso a la población”, afirman.

La organización explica, a través de un comunicado de prensa, que un año más, el incremento de las temperaturas y el intenso tráfico motorizado que soporta Valladolid, han provocado que se disparen los niveles de ozono en la ciudad y sus alrededores, como ha sucedido también en otras ciudades de Castilla y León.

Contaminación registrada en agosto

Con la última ola de calor y las elevadas emisiones del tráfico y de la central de cogeneración de Michelín (perteneciente a Iberdrola), el pasado viernes 23 de agosto, en las estaciones de medición de la contaminación de Paseo del Cauce (entre La Rondilla y el Barrio España) y Fuente Berrocal se superó el umbral de información a la población, siempre según los ecologistas, establecido por la normativa española y europea en 180 microgramos por metro cúbico como promedio horario, al alcanzarse en la primera estación una concentración de 186 microgramos por metro cúbico a las 2 de la tarde y en la segunda 191 microgramos por metro cúbico a las 3 de la tarde.

La superación de este umbral, obliga a las autoridades autonómicas y municipales a advertir a las personas más sensibles a la contaminación atmosférica, tales como niños, ancianos o personas con problemas respiratorios, de que se protejan evitando en las horas centrales del día cualquier esfuerzo físico y los ejercicios al aire libre. También deben informar sobre la previsión de evolución de la contaminación, las áreas afectadas y la duración del episodio.

No obstante, este aviso parece haberse omitido el pasado viernes, algo que no sucedía en Valladolid desde el año 2005. Y ello a pesar del incremento progresivo de los niveles de ozono a lo largo de la pasada semana (de 100 a 140 microgramos por metro cúbico entre el lunes y el jueves). En opinión de los ecologistas, este “descuido” da una idea del “escaso interés con el que las autoridades municipales en afrontan la lucha contra la contaminación en la ciudad, que en el mejor de los casos se limita al envío de un comunicado rutinario y anodino a los medios de comunicación, sin mayor esfuerzo por trasladar la gravedad de estas situaciones a los ciudadanos, actuación que en esta ocasión ni siquiera parece haberse producido”.

Los ecologistas concluyen señalando que en lo que va de verano, en la ciudad de Valladolid se han superado en uno de cada tres días los objetivos de ozono establecidos por la normativa europea y española y por la Organización Mundial de la Salud, lo que “sin duda está dañando la salud de la población, en especial de las personas más sensibles a la contaminación, tales como niños, ancianos o personas con problemas respiratorios”. La Organización Mundial de la Salud estima como media en 2.000 los fallecimientos prematuros anuales en España producidos como consecuencia de la exposición a estos niveles de ozono.