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UPA-COAG pide a la Junta que aporte soluciones a la problemática de los purines y los estiércoles

El sindicato se ha concentrado hoy en varias capitales de provincia de Castilla y León para reclamar que se traslade al Mapama la excepcionalidad normativa efectiva desde el 1 de enero.

Ical

La Alianza UPA-COAG pidió este viernes al Gobierno regional que traslade al Ministerio de Agricultura la excepcionalidad de la normativa sobre purines y estiércoles, que es efectiva desde el 1 de enero. Lo hizo en concentraciones en las delegaciones territoriales de la Junta en las provincias de Burgos, Salamanca, Segovia y Zamora, además de en un acto público de denuncia en Palencia.

El colectivo recordó en un comunicado que entre otros aspectos se modifican las normas de la condicionalidad relacionadas con la aplicación en las tierras agrícolas de purines. La nueva normativa apunta que no podrá realizarse  como hasta ahora mediante sistemas de plato o abanico ni cañones, y estiércoles, que tendrán que ser obligatoriamente enterrados en el menor plazo de tiempo posible.

Con las concentraciones de hoy, se trasladó a los delegados territoriales la misma petición realizada a la consejera de Agricultura días atrás sobre la oposición en firme que debe encabezar el Gobierno regional ante los cambios propuestos por el Ministerio de Agricultura que, “van más allá de la propia normativa europea. Y de no conseguir este propósito, hemos reclamado que el propio Gobierno regional haga una 'trasposición' normativa con la máxima flexibilidad evitando al máximo posible su aplicación para nuestra comunidad autónoma”.

Para la Alianza, esta petición es viable si existe un verdadero interés político en realizarla, puesto que las comunidades autónomas tienen la potestad de solicitarlo como medida de excepcionalidad, que es el caso, ante las consecuencias negativas que acarrearía a todos los efectos a los agricultores y ganaderos.

Asimismo, recuerda que si la Administración autonómica no da una solución a esta demanda de la Alianza UPA-COAG, los agricultores y ganaderos de Castilla y León deberán adaptar su maquinaria o adquirir otra nueva, con inversiones económicas muy costosas, y verían como su maquinaria recientemente adquirida y aún sin amortizar ya no sirve.  

Además, apuntaron que así se estaría dificultando que los ganaderos puedan dar salida a sus producciones de purín y estiércol fuera de sus explotaciones al imponerse restricciones de uso a los agricultores que pueden motivar su pérdida de interés por emplear purines y estiércoles.

Desde el colectivo redundaron en que debe tenerse en cuenta, que si otros territorios nacionales son más permisivos, los agricultores y ganaderos de nuestra comunidad autónoma estarían en inferioridad al no poder ser tan competitivos, no sólo respecto de ellos sino también respecto de los de otros países europeos que sí podrían ser más permisivos.