Juanma García / rtvcyl.es
Pillar a los incendiarios será poco más fácil en Soria. Unas 19 cámaras térmicas se ocupan de vigilar día y noche todas las zonas forestales de la provincia, unas 430.000 hectáreas.
Con resolución de última tecnología pueden detectar el humo de una colilla a kilómetros, leer la matrícula de un coche o reconocer la cara de una persona al otro lado del monte. En la actualidad están programadas para que salten las alarmas ante un foco de calor de 4 metros cuadrados, porque sino, podrían alertar incluso reconociendo el calor corporal de una persona en medio del bosque.
Tienen una doble óptica. Una graba a color y la otra en modo térmico, con infrarrojos, señalando el fuego en blanco. Son únicas y pioneras en el mundo y su precio supera los 100.000 euros, pero puede que coger a un pirómano "in fraganti", no tenga precio.