Iñaki Urdangarín es el último de una larga lista de presos conocidos que han pasado por las dependencias de la cárcel abulense de Brieva. Esta penitenciaría, cuya construcción se remonta a 1989 y que en la actualidad cuenta con alrededor de 180 celdas en las que se encuentran cerca de 100 internas, tiene un módulo especial de hombres en el que ya estuvieron el que fuera director general de la Guardia Civil Luis Roldán y alguno de los narcos arrepentidos de la operación Nécora, en los años 90, como Antonio Cebollero Campo.

El protocolo establece que Urdangarín pase las primeras horas en el módulo de ingreso y que después sea trasladado al módulo que se considere más apropiado. En el caso de Brieva sería al de hombres, que fue reformado y que está vacío desde la salida de Roldán.

El exdirector general fue condenado a 28 años de cárcel por malversación de fondos públicos e ingresó en la prisión en febrero de 1995, donde permaneció durante quince años en una celda situada en el interior de una nave por la que, durante el día, se movía con libertad acompañado por ocho policías que se encargaban de su vigilancia.

Brieva es desde sus inicios una penitenciaría de mujeres y así figuran entre sus 'insignes' reclusas como Neus Soldevilla, La Dulce Neus; la mujer de Roldán, Blanca Rodríguez Porto; la exedil socialista en Marbella Isabel García Marcos, condenada por el Caso Malaya, y la antigua integrante del grupo terrorista ETA Idoia López Riaño, conocida como 'la Tigresa'.

Neus Soldevilla fue condenada a 28 años de prisión por inducir al asesinato de su marido, el empresario Juan Vila Carbonell, y permaneció en Brieva hasta septiembre de 2000. Mientras, Isabel García Marcos ingresó en esta prisión el 27 de enero de 2016, condenada a tres años y medio de cárcel por un delito de cohecho continuado dentro de la operación Malaya contra la corrupción urbanística. La terrorista Idoia López Riaño cumplió condena como responsable del asesinato de 23 personas. El 13 de junio de 2017 salió tras cumplir condena.

De igual forma, tras 18 años de prisión, en diciembre de 2013 salió de Brieva la terrorista del Grapo Concepción González Rodríguez, condenada por el secuestro del empresario zaragozano Publio Cordón. La Audiencia Nacional ordenó su excarcelación en aplicación de la denominada 'doctrina Parot'.

Este centro volvió a ser noticia el pasado mes de mayo por la muerte de la presa yihadista Samira Yerou, que cumplía condena de cinco años como integrante de la organización terrorista Estado Islámico. Conocida como la 'madre yihadista', tras su detención, a finales de 2016, firmó un acuerdo de conformidad en la Audiencia Nacional que propició la rebaja de su pena de nueve a cinco años de prisión. Fue hallada muerta en su propia celda.