SOCIEDAD

Mucha expectación en la visita de la duquesa de Alba a Carrión de los Condes, Palencia

  • Cayetana Fitz-James Stuart inauguró la exposición 'El Belén, sus personajes y sus símbolos', contestó a los periodistas de una treintena de medios y posó con admiradores y vecinos.

rtvcyl.es

Mucha expectación, una treintena de medios acreditados, varios centenares de admiradores y curiosos y muchos momentos para el recuerdo dejaron este martes la visita de la duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, y su esposo, el palentino Alfonso Díaz, a la localidad de Carrión de los Condes (Palencia), donde cortaron la cinta inaugural de la exposición 'El Belén, sus personajes y sus símbolos', que se puede ver en el Real Monasterio de Santa Clara.

La duquesa, siempre de la mano de su marido, aseguró estar encantada con el afectuoso recibimiento que le manifestaron los carrionenses y los vecinos de otros pueblos que se acercaron para conocerla en persona. Confesó su devoción por el Cristo de la iglesia de Santa Clara de Palencia, "al que le crece el pelo", puntualizó.

En unas breves declaraciones ante varias decenas de periodistas, cámaras y fotógrafos, aseguró que Palencia "es preciosa", aunque reconoció no conocerla muy bien, a lo que respondió el alcalde de la capital, Alfonso Polanco, con una invitación para disfrutar el patrimonio de la capital.

De su esposo, que hizo gala de un excelente sentido del humor y mucha paciencia, confirmó que es "un buen palentino". Sobre la exposición de belenes, más de 1.400 procedentes de los cinco continentes, afirmó que le gustaron mucho y que es un elemento navideño que nunca falta en sus residencias, los palacios de Liria y Dueñas. Recordó su mejor Navidad como la que pasó tras el nacimiento de su primer hijo.

Puntuales y fieles a su estilo

La duquesa y el duque consorte llegaron puntuales y durante la hora y cuarto que pasaron en la localidad palentina hicieron gala de su cercanía, fervor religioso, paciencia y sentido del humor. Llegaron a la hora prevista bajo una lluvia de falses y la atenta mirada varios cientos de personas que desde antes de mediodía ya empezaban a ocupar las inmediaciones del Monasterio de las Clarisas.

La duquesa, fiel a su estilo, lucía un cálido pero moderno chaquetón de piel color lila, pantalones de cuero ajustados, bailarinas con lazo y orquillas de colores adornaban su blanco y rizado cabello.

El duque, con elegante abrigo, no soltó ni por un momento la mano de su esposa a la que hacía constantes guiños de complicidad y a la que guió por una alfombra roja que se desplegó para la ocasión mientras recibían saludos y piropos.

Tras el recibimiento oficial, en la que estuvieron acompañados por el alcalde de Carrión, Javier Villafruela, y el obispo de Palencia, Esteban Escudero, la duquesa cortó la cinta inaugural. A continuación, visitaron la exposición de belenes, posaron con admiradores, firmaron el libro de honor y recibieron regalos, entre ellos una banda dorada de la mujer palentina y dos pulseras con los colores de la ciudad que entregó Castilla y León Televisión.

La comunidad de madres clarisas les entregaron, entre otros presentes, 'un belén en un plato' realizado para la ocasión en las instalaciones que la Fundación San Cebrián de Carrión de los Condes tiene en la localidad.

Los duques también tuvieron tiempo para un emotivo reecuentro; Candela, la pequeña sobrina-nieta y ahijada de Alfonso Díez se desplazó hasta la localidad palentina para abrazar al duque consorte y a la duquesa y de paso disfrutar de los belenes. También viajaron hasta Carrión el alcalde, el cura y nueve vecinos de Tabanera de Cerrato, de donde es natural Alfonso Díaz.

Cayetana a Fitz-James Stuart y su marido estuvieron acompañados en todo momento de numerosas autoridades de todos los ámbitos de la sociedad palentina.

Carrión, capital de los belenes

Durante el recibimiento, el acto más formal de la inauguración, la abadesa de las clarisas, la madre Micaela Velón de Francisco, agradeció la presencia de los duques de Alba y anunció nuevos proyectos que "aún están en mantillas y que pretenden hacer de Carrión la capital de los belenes". Entre ellos, añadió, un monumento de unos cuatro metros de altura.

También dirigió unas palabras a los invitados el obispo de la Diócesis de Palencia, Esteban Escudero, que hizo hincipié en el sentido religioso de la Navidad y los belenes como medio de expresión del mensaje de Jesucristo en torno al que debe girar el resto de celebraciones navideñas.