El PP de Castilla y León, después del de Murcia, ha sido el que más ha contribuido a la victoria azul. Aunque todo el mérito se lo daban anoche a Mariano Rajoy.
Los populares de la Comunidad salen de las urnas fortalecidos, con 49.000 votos más que en diciembre, pese a que en el censo había 7.500 electores menos. Obtiene un escaño más en Salamanca que arrebata a Ciudadanos. Es una de las provincias en las que más sube junto a León, aunque las comarcas mineras siguen siendo del PSOE. También crece en Valladolid, donde anota 10.000 apoyos más. Tordesillas dejó constancia de su enfado por el toro de la Vega triplicando el voto nulo, pero con todo el PP se llevó en la localidad la mitad de los sufragios.
El PP remonta y el PSOE aguanta. Mantiene sus 9 escaños. Pierde 5.000 votos, pero araña medio punto más. En Soria y en Valladolid cuyas capitales gobiernan, los socialistas crecen. Con estos resultados, la de Castilla y León es la federación socialista que más representantes aporta después de Andalucía.
La coalición de IU y Podemos no sumó en Castilla y León sino que restó más de 72.000 votos a lo que ambas obtuvieron por separado hace 6 meses. Mantienen 3 escaños.
Y aunque Rivera hizo campaña en Salamanca, Ciudadanos perdió su escaño a manos del PP por 400 votos. También el de León, provincia que elegía un diputado menos. Pese al retroceso, la formación naranja en Castilla y León ha estado por encima de la media nacional.
Es lo que han dicho las urnas, más concurridas que en diciembre, en 2 puntos. Castilla y León se volvió a movilizar por encima de la media.