SUCESOS

Muñogalindo y Santa María del Arroyo, Ávila, recuperan la normalidad tras la tromba de agua del sábado

En algo más de dos horas, las nubes descargaron 180 litros por metro cuadrado de agua y granizo, una situación no vivida en 50 años.

Ical

Las localidades abulenses de Muñogalindo y Santa María del Arroyo, las más afectadas por la tromba de agua y granizo que causó importante destrozos en estos municipios del Valle Amblés, recuperan poco a poco la normalidad, tras una jornada dramática, la vivida el pasado sábado a partir del mediodía.

Las tareas de limpieza son constantes en ambas localidades, aunque la intensa lluvia causó daños en otros pueblos de la zona como Padiernos, que también sufrió daños por el aguacero. Tal y como relató el alcalde de Santa María del Arroyo, Rubén Rodríguez, en apenas dos horas cayeron en la zona 180 litros por metro cuadrado de agua y granizo, con una virulencia tal que desbordó los arroyos, hizo bajar las aguas del monte con una fuerza inusual y ocasionó una riada que arrasó la parte baja de ambos pueblos.

Se trataba de una situación no vivida en 50 años. Durante el domingo, la actividad de la mañana se centró para los vecinos en limpiar de lodo y barro sus viviendas, sus enseres, sus garajes, sus vehículos, sus calles... Con botas de agua hasta las rodillas y manos embarradas.

Pero no estaban solos en este empeño de retornar a su pueblo a la normalidad. La Diputación Provincial había puesto a disposición de los municipios afectados por la riada un total de 16 operarios y material pesado, en concreto dos palas, una niveladora, dos retroexcavadoras, una pala telescópica, una barredora minicargadora, tres camiones y dos góndolas.

Desde las siete de la mañana de este domingo, tal y como reconoció el capataz de uno de los equipos de operarios que trabajaban en Muñogalindo, se encontraban realizando trabajos de limpieza con maquinaria pesada y a mano.

Este dispositivo fue supervisado desde primeras horas de la mañana y en primera persona por el presidente de la institución provincial, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, que, acompañado por varios diputados de la Corporación provincial recorrió las calles embarradas de Muñogalindo y mantuvo un contacto constante con los alcaldes de los municipios afectados.

El equipo humano y material dispuesto se centra en la limpieza de puentes, cauces, calles y caminos, con el objetivo de restablecer la normalidad en los municipios más dañados por el agua y con el fin de estar prevenidos ante posibles lluvias posteriores.

Por esta razón, la limpieza de los arroyos, completamente embarrados y llenos de arena, ha sido una prioridad, aunque el presidente de la Diputación relató que se pondrá en contacto con la Confederación Hidrográfica del Duero “para que mantengan limpios los cauces de los arroyos de los pueblos". “Si es necesario, intentaremos firmar un convenio con este organismo para tal fin", dijo.