Ante las quejas vecinales por inseguridad

Comienza el derribo de las viviendas abandonadas próximas al futuro Palacio de Congresos de León

Las personas que ocupaban 'ilegalmente' estas viviendas sin autorización de los propietarios son grupos itinerantes no estables, entre los que no había menores ni familias

Ical

La empresa adjudicataria ha comenzado el derribo de las viviendas abandonadas en la zona de la azucarera de Santa Elvira, donde se ubicará el futuro Palacio de Congresos de León, ante las continuas quejas vecinales a raíz de los continuos conflictos generados por los transeúntes que hacían uso de estos edificios para dormir o como lugar de estancia provisional.

Eso generaba, según informaron fuentes municipales a través de un comunicado, continuos altercados que derivaron en una inspección técnica municipal y un informe policial el pasado mes de mayo.

Ambos documentos confirmaron la situación de "ruina" de los edificios y las condiciones "insalubres" de la zona, lo que ha llevado al derribo de las viviendas como medida elegida por los propietarios para subsanar las deficiencias que se habían detectado.

La Policía ha corroborado que las personas que ocupaban "ilegalmente" estas viviendas, y para lo que no disponían de autorización de los propietarios, son grupos itinerantes no estables, entre los que se ha confirmado que no había menores ni unidades familiares.

La concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de León, Belén Martín Granizo, confirmó que no es el Consistorio quien está demoliendo las viviendas, sino una empresa privada contratada por los propietarios, y recordó que el informe policial constata "la inseguridad, la insalubridad por la acumulación y vertido de residuos orgánicos y basuras, la acumulación de escombros en el interior, el pésimo estado de conservación y la amenaza de ruina inminente y derrumbe" en algunas zonas, algo que también han confirmado los técnicos municipales.

El pasado mes de noviembre se concedió la licencia al proyecto de derribo presentado por la empresa Eteco Obras S.L.U., que inició anoche un derrumbe que continúa hoy hasta su total demolición, en un asentamiento en el que se estima que residían una media de 20 personas y donde eran frecuentes las actuaciones policiales en operaciones contra la delincuencia, la prostitución, la extorsión y la mendicidad.