Aún son muy jóvenes y aún así ya han estado, por lo menos un día, en la Universidad. Pero esta vez no ha sido para estudiar. Una gymkana ha sido la prueba que han tenido que superar estos 30 niños con dificultades de audición. El primer desafío: identificar los edificios de la Universidad. Una prueba ni fácil ni difícil.

Eso si, otros tenían más claro donde tenían que buscar. Pero además de rebuscar entre libros, aún les quedaba lo más difícil: identificar los escudos del Hospital del Rey. Hoja en mano han empezado su aventura.

Una jornada donde también han compartido actividades con los niños del campamento de la Universidad. Y es que romper barreras es el único camino hacia la integración de estos niños.