Caza

El campeonato regional de caza menor con perro se ha celebrado en el municipio salmantino de Agallas

Una modalidad que requiere gran preparación física por desarrollarse en un territorio montañoso durante 6 horas seguidas.

rtvcyl.es

Perdices, conejos, liebres, palomas torcaces o becadas han sido las presas a las que han dado caza los perros de casi una veintena de cazadores. El municipio de Agallas es un cazadero duro por ser prácticamente de monte y ha sido el lugar elegido para ser la sede de este campeonato regional de caza menor con perro, una modalidad para la que hay que estar muy preparado físicamente.

En la competición cada cazador va acompañado de un juez y de su inestimable compañero que también juega un papel importante.

La caza quiere limpiar su imagen y alejarse del dicho "cazadores, sastres y zapateros los más embusteros." Y es que ya lo decía Ortega y Gaset "si pudiéramos devolver la vida a un pieza batida se la devolveríamos, con disfrutar del lance es suficiente"

Un deporte que no es cosa de niños, a pesar de contar con algunos que casi no superan la mayoría edad, que han probado suerte, aunque lo que está garantizado es el merecido banquete después de la dura jornada de caza.