ENERGÍA ALTERNATIVA

El origen del negocio del viento en Castilla y León

El Parque Eólico Sierra del Madero fue el primero en instalarse en la Comunidad hace dos décadas

Ical

Hasta 1998, la Sierra del Madero, en el término municipal de Ólvega, era un lugar poco frecuentado. El montaje e instalación del primer parque eólico en este paraje, que corona el polo industrial de la provincia de Soria, convirtió la zona, según su alcalde, Gerardo Martínez, en un lugar al que peregrinar. Fue la novedad industrial en la provincia de Soria, no exenta de polémica.

El parque eólico Sierra del Madero I fue el primero que se instaló en Castilla y León y constituyó el despegue de un sector en la Comunidad, que actualmente dispone de 230 instalaciones (41 en Soria) y lidera la generación de este tipo de energía en España.

Esta instalación, propiedad de Enel Green Power España (Endesa) en un 58 por ciento y de EDP en el 42 restante, obtuvo la autorización administrativa en diciembre de 1996. Fue el 4 de junio de 1998 cuando comenzó a producir energía verde, en concreto actualmente y a pesar de que se ha quedado desactualizado por sus 20 años de vida genera una potencia de 14,85 megawatios, gracias a la ampliación que sufrió en años posteriores en el término municipal de Noviercas y también en la Sierra del Cortado y en el término de Ágreda.

El regidor olvegueño señala como por aquel entonces y al no tener experiencia en este tipo de infraestructuras, viajó a la localidad de San Martín de Unx (Navarra) para conocer el parque eólico Güerinda y el de la Sierra del Perdón. Allí comprobaron como la instalación de molinos de viento en suelo público no solo podía reportar ingresos "extras" a las arcas municipales, sino que contribuía a fomentar el uso de energías limpias en Castilla y León, una Comunidad con un potencial enorme.

"No había cultura ni concienciación por parte de la población. La verdad es que costó su instalación, sobre todo, por el impacto visual que genera y porque era algo desconocido. Sin embargo, nosotros lo que valoramos era el potencial económico que suponía para el municipio", indica.

La convivencia con estos molinos que se erigen justo en frente de un potencial parque natural como es el Moncayo conllevó la creación de la ‘Plataforma del Moncayo’, cuyo lema fue: ‘Partidarios de la energía eólica pero no de los negocios que se hacen en su nombre’.

Los integrantes de la misma, que pasado el tiempo prefieren guardar el anonimato, pedían más compensaciones económicas, ya que las 100.000 pesetas que se pagaban por molino era una cantidad mucho menor a la que otras eólicas abonaban en el resto de España.

También requerían a la empresa que minimizará el impacto de la línea eléctrica que circundaba el paraje "cargado de beneficios ambientales" con su soterramiento. Además, requerían la instalación de la subestación eléctrica más cerca de la zona, ya que la empresa se decantó por instalarla en Cueva de Ágreda, por lo que atravesó muchos términos municipales, algunos incluidos en el futuro Parque Natural del Moncayo.

También creyeron conveniente que se debía de crear una sociedad que permitiera a los propietarios de las fincas por donde atraviesa la línea eléctrica recibir algún tipo de compensación económica, es decir, que los beneficios se repartieran de forma más equilibrada entre los afectados y que se instalará alguna empresa del sector, es decir , de fabricación de molinos eólicos.

Algunas de las exigencias se cumplieron y otras no, según este colectivo ciudadano. La subestación eléctrica finalmente se instaló en Cueva de Ágreda y no ha tenido nunca la capacidad para evacuar toda la energía que podrían producir los parques de la zona, es por eso algunas máquinas están parados en días de viento.

Actualmente, Red Eléctrica planea ampliar la línea de evacuación en otras localidades próximas a la zona como Tarazona (Zaragoza), ya que no existe infraestructura suficiente para distribuir en la red la energía de estos parques eólicos.

Uno de sus logros pasó por conseguir cambiar el emplazamiento de uno de los centros de transformación, que se ubicaba detrás de la guardería y el colegio, a las afueras del pueblo. La instalación de Vestas en Ólvega, que finalmente deslocalizó su actividad, y Gamesa en Ágreda vinieron a generar el empleo asociado al viento, tan demandado por sus vecinos.

Ingresos

La construcción del parque eólico en Ólvega generó unos ingresos solo, en lo que a licencia de obra se refiere, de 300.000 euros. Actualmente el Ayuntamiento recibe anualmente de la empresa, gracias al Impuesto de Bienes Inmuebles de características especiales más el Impuesto de Actividades Económicas y el canon por ocupar suelo público alrededor de 220.000 euros.

"La instalación del parque generó actividad en el municipio, ya que la empresa decidió contratar buena parte del montaje y otros servicios en Ólvega. Una vez que echo a andar la población comprobó cómo no generaba peligro y la contaminación acústica era mínima", subraya el edil, quien recalca que el parque es compatible con otras actividades como la caza, los pastos y las leña y poco a poco se fue integrando en el paisaje, sin causar afección alguna.

Ener Green Power España, unidad renovable de Endesa, explica que el parque eólico Sierra del Madero I y II están a punto de ser amortizado, ya que la vida útil de los parques se cifró entre los 20 y 25 años. Sin embargo, se estudia su ampliación a 30 años, debido a la crisis que afecta al sector tras la bajada de las primas que reciben por la generación de energía verde no cumple con las expectativas económicas que inicialmente se planteó la empresa.

Rubén Almajano Diez, uno de los trabajadores del personal de mantenimiento del parque, indica que se está comprobando como la instalación tiene posibilidades, a pesar de tener tecnología de hace 20 años, de seguir generando energía. "Se intenta alargar la vida de los parques porque la energía eólica se paga a un menor precio. Además, se fijo la amortización de los parques en 20 o 25 años pero era solo una estimación", relata.

El parque eólico Sierra de Madero cuenta con 45 molinos que generan 330 kilowatios, su ampliación a Noviercas conllevó pocos años después a instalar el parque Madero II con otros 21 molinos. A partir de ese año la unidad eólica de Endesa ha ampliado sus parques en el noreste de Soria con la instalación de parques en la Sierra del Cortado y Ágreda, cuyos molinos son mucho más modernos y generan con menos unidades más energía.

El alcalde de Ólvega garantiza que el Ayuntamiento apoyará a la empresa para que renueve sus instalaciones, con menos aerogeneradores de mayor potencia, ya que la instalación forma actualmente parte del paisaje y solo conlleva beneficios.

Además reconoce que, aunque en menor medida que una fabrica, el parque eólico genera puestos de trabajo. Actualmente son nueve las personas que se emplean gracias a él que realizan las labores de mantenimiento.

La instalación del parque en Ólvega fue el origen del despegue del negocio del viento en esta provincia, la que más energía genera después de Burgos en la Comunidad. En la provincia hay 1.000 aerogeneradores instalados, que generan 1.178 megawatios.

Gerardo Martínez recalca que muchas localidades y propietarios de fincas "se han peleado", en las últimas dos décadas, porque se instalaran parques eólicos en sus tierras, ya que es "dinero limpio". "Algunos propietarios sorianos se embolsan hasta 18.000 euros limpios por tener aerogeneradores en sus fincas", indica.

Afirma que existe una diferencia abismal en los presupuestos de las localidades que tienen parques y aquellos que no disponen de los ingresos que generan, en su opinión, las eólicas "fueron y son vitales para la generación de riqueza en el medio rural soriano".