Los topillos vuelven a ser el quebradero de cabeza para muchos agricultores de la Comunidad. La Junta ha declarado siete zonas altamente afectadas. Permitirá adoptar medidas excepcionales para erradicarlos como aplicar rodenticidas, pero la solución, según los labradores llega tarde.

De día son imposibles de ver, pero los topillos vuelven a la carga. El otoño seco, poco frío y poco lluvioso favorece la proliferación de los roedores. El problema es similar en otras zonas como la ribera del Esla, Sahagún, la comarca del Pan o Peñaranda de Bracamonte.

Los rapaces son indicador claro de que hay comida abundante. La Junta permitirá quema de rastrojos, arados profundos, emplear rodenticidas y sistemas de trampeo que garanticen, eso sí, no afectar a otras especies.