MEDIO AMBIENTE

Greenpeace y apicultores entregan 400.000 firmas a Tejerina para que la UE prohíba los insecticidas neonicotinoides

España apoyó en 2013 la prohibición parcial del imidacloprid, la clotianidina y el tiametoxam

Europa Press

Activistas de Greenpeace y representantes de una decena de organizaciones de apicultores se han concentrado este martes frente a la puerta del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, donde han entregado un total de 400.000 firmas que piden Isabel García Tejerina que apoye este miércoles en Bruselas la prohibición de insecticidas neonicotinoides y proteger así a las abejas y otros polinizadores.

Este miércoles, en la Comisión Europea se discute la prohibición de tres plaguicidas que según Greenpeace "ponen en riesgo" las poblaciones de insectos polinizadores y pese que a España es uno de los principales productores de miel, la ONG critica a España porque "no parece ir a ese encuentro con un espíritu muy proactivo".

Si bien, España apoyó en 2013 la prohibición parcial del imidacloprid, la clotianidina y el tiametoxam. Por eso, Greenpeace ha entregado a la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, y al director general de Sanidad de la Producción Agraria, Valentín Almansa, 400.000 firmas con las que la sociedad española exige un papel claro en la protección a los polinizadores como las abejas.

El responsable de agricultura de Greenpeace, Luis Ferreririm, ha asegurado ante el Ministerio que "la ciencia es tajante" y confirma que los neonicotinoides son "altamente peligrosos para las abejas y otras especies".

"El Gobierno español debe apoyar una prohibición total de estos insecticidas. Solo en España más de 400.000 personas y cerca de 100 entidades han alzado su voz a favor de las abejas", ha reclamado.

En este contexto, Greenpeace destaca el papel "vital" de estos polinizadores para la producción de alimentos, ya que nueve de cada diez flores necesitan un insecto que las polinice y el 70 por ciento de los principales cultivos que se consumen en España dependen de ellos.

Por ello, una veintena de voluntarios de Greenpeace junto con representantes del sector apícola, se han presentado con crespones negros en la puerta del Ministerio con colmenas y centenares de abejas muertas para mostrar las consecuencias de estos insecticidas sobre estas poblaciones.

Además, les han entregado un kit de polinización para que entiendan que los humanos tendrán que ponerse a polinizar si no se toman medidas urgentes para prohibir los plaguicidas peligrosos y apoyar la agricultura ecológica.

En concreto, con el kit preguntan a la ministra si España apoyará la prohibición total de los tres insecticidas neonicotinoides (imidacloprid, clothianidin y thiamethoxam); si respaldará las propuestas presentadas en marzo por la CE (uso continuado sólo en invernaderos permanentes) y la plena aplicación de la Guía de 2013 de la EFSA sobre la evaluación del riesgo de los productos fitosanitarios sobre las abejas en todas las evaluaciones del riesgo de plaguicidas.

"Las abejas tienen que ganar esta batalla a las grandes corporaciones a las que solo les interesa su cuenta de resultados económicos. En 2013 España apoyó la prohibición parcial de los neonicotinoides, pero ¿de qué lado va a estar ahora? ¿De las abejas, la ciencia y las personas o de las grandes corporaciones?", ha concluido Ferreirim.