FÚTBOL | SEGUNDA DIVISIÓN

El Mirandés firma las tablas

Los burgaleses no pueden superar al Almería (1-1)

No pudo ser. La vuelta del equipo a Andua, tan solo tres días después de haberse presentado ante su público en competición copera,  no dio el fruto más deseado: la victoria, pero dejó un valioso punto más para llegar a los 29 que les colocan momentáneamente octavos en la clasificiación.

Según informa la web del club burgalés, el partido arrancaba con menor ritmo del habitual. Los locales no encontraron la pelota en el inicio, como a ellos les gusta, y tuvieron que esperar unos minutos para achantar a su rival y hacerse con el control del esférico. Lo hicieron a base de acercamientos a portería, tímidos, al igual que los de su rival hoy, la U.D. Almería que, eso sí, explotaba los huecos en banda fruto de una defensa de tres que basculaba perfectamente para llegar a las ayudas. Kijera probaba varias veces desde fuera del área, pero sus disparos cogían siempre demasiada altura y se marchaban sin mayor peligro por encima del larguero del gigantesco Julián Cuesta. En el 20, Gaffoor –titular hoy en el centro de la zaga en detrimento de un Ortiz sancionado- debía exprimirse al máximo para ir al suelo con todo, rasurando césped y arrebatando una pelota peligrosísima que ya engatillaba Zongo por la derecha. Toma y daca en una y otra área pero, de nuevo, con más intención que peligro real. Iván Sánchez por el cuadro almeriense y Rúper por los rojillos fueron los que más se acercaron con sendos disparos durísimos que se iban uno por encima del larguero y otro rozando la cruceta. Descanso sin tiempo para más.

Algunos quizás no se habían acomodado en sus asientos. Más bien seguro la mayoría se perdió el remate de Álex García a segundos de iniciar la segunda mitad que se marchaba finalmente a un córner que daría de que hablar instantes después. Unos vieron que tocó Soriano y otros directamente fueron a abrazar al ejecutor del saque de esquina: Gorka Kijera. Lo cierto, y de esto no hay duda, es que el centrocampista vasco colgó un balón precioso con la rosca justa para poco a poco coger una portería que, ni la defensa ni el propio guardameta, pudo defender. El tanto subía al marcador en el 46 de juego para alegría del graderío. Poco duraría, sin embargo, lo que seguramente minó las ilusiones de unos locales que veían en esta ventaja un golpe sobre la mesa para menguar las aspiraciones de los de Gorosito. Sin embargo, los visitantes se repusieron con ayuda de un centro lateral igualmente ejecutado a la perfección en el que Morcillo solo tuvo que elevarse más que su par para cabecear en el 52 muy cerca de la línea de gol. Fueron los mejores minutos de la U.D. Almería, que se lanzó a por el partido tras el tanto con una iniciativa impropia de un conjunto que juega como visitante. Pero los andaluces querían más. Subió también la intensidad de los locales, que no se dejaban superar en las disputas y recurrían de nuevo a la posesión para desbaratar la heroica visitante. Néstor se inventaba un pase mágico en el pico del área diestro al que llegaba Carlos Moreno para impactar fortísimo con su bota derecha. Una vez más Julián Cuesta estaba en el sitio indicado para repeler a córner. Crecían los rojillos, que fueron de menos a más en el encuentro y acabaron mucho mejor que sus rivales. Sangalli era el siguiente protagonista, de nuevo por banda derecha, que encontraba un balón muerto en el área –posterior a una caída sospechosa de Álex García que hubiera significado el punto fatídico- y disparaba casi sin ángulo muy cerca del poste izquierdo. Nada, la pelota no quería entrar. Y aún más sorprendente sería la última que nos dejaría el encuentro, con Lago Junior como protagonista en un salto perfecto del delantero costamarfileño que midió inmejorable los tiempos pero cuyo giro de cabeza no cogió la dirección necesaria y dejó el mayor ‘uy’ de la tarde en la grada.

Reparto de puntos por tanto que sirven para seguir sumando antes de volver a cambiar el chip para medirse a los coruñeses en su feudo el próximo martes en la Copa de S.M El Rey.