Que mejor que el colegio para perder el miedo a los perros. Kiara se ha convertido desde hace un año en alguien muy especial en este centro, no es profesora. Y tampoco psicologa, pero ayuda a catalizar los problemas de muchos alumnos.
Con Kiara a su lado aprenden a escuchar, a leer, a desarrollar emociones o a mejorar la psicomotricidad.
Cada día profesores y alumnos son testigos de muchos avances porque el perro está demostrado que puede ser mucho más que un simple animal de compañía.