Acusado y víctima eran primos, pero no guardaban una buena relación. Entre los problemas que les enfrentaban, los límites de las propiedades de cada uno en Redipuertas, donde ocurrieron los hechos. Fue el uno de junio de 2013 a las cinco de la tarde, cuando Leandro Avelino disparó en el abdomen con su escopeta a su prima, de 61 años de edad.

Conocido por haber sido guía en la cueva de Llamazares, cercana a la localidad, huyó y se escondió en una gruta, en un paraje conocido como Pozo de los Infiernos, donde casi tres horas después le localizó la Guardia Civil. Allí el acusado se autolesionó y, cuando un agente intentó detenerle, le hirió con un machete. Por todos estos hechos, la fiscalía pide entre 22 y 24 años de cárcel, por delitos de asesinato y atentado contra la autoridad. La acusación particular añade la prohibición de residir en Redipuertas durante diez años.

La defensa, por su parte, reconoce los hechos pero presenta como atenuantes las amenazas e insultos que la víctima profirió contra el agresor en discusiones anteriores y, sobre todo, un trastorno mental esquizoide y paranoide de la personalidad y un consumo continuado de alcohol. Por todo ello solicita la libre absolución. El juicio, que hoy comenzaba con la declaración del acusado, de la madre de la víctima y de dos testigos, se prolongará durante cuatro días.