El PSOE lejos de terminar la crisis, la acaba de empezar. El Comité Federal ha hablado, pero la decisión no gusta a todos. Ahora unos y otros debaten sobre si, en este caso, se podría hacer la vista gorda en la disciplina de partido. El divorcio entre el PSC y el PSOE podría materializarse en pocas semanas.

La resolución del Comité Federal no cambia ni un ápice el no del PSC. El dirigente catalán, Miquel Iceta, asegura que "nosotros desobedecemos, y estamos dispuestos a aceptar las consecuencias".

Un desafío que para algunos puede suponer la ruptura, como reconoce el líder socialista de Castilla La Mancha, Emiliano García Page: "Si alguien quiere el divorcio con que lo quiera alguna de las partes, vale".

Pero los catalanes no son los únicos que se niegan a abstenerse. Margarita Robles ha afirmado que  "el mandato es con los votantes que me apoyaron en una lista que decía sí al cambio"

Y otros, como Patxi López, que aún buscan una salida sin romper la disciplina de voto: "Hay gente que tiene una opinión y otros tienen otra. Y lo que hace falta, ya que hemos hablado de coser, es sumar"

El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, reconoce que "basta con que 11 se abstengan, no hay por qué forzar la situación".

Algo improbable según la resolución, como se ha encargado de recordar el presidente de la Gestora, Javier Fernández.

En Castilla y León también optan por una alternativa a romper la disciplina de voto, después de que la mayoría de los asistentes al comité votaron por la abstención, en contra de los acuerdos de la ejecutiva.