Los vecinos del valle del Corneja, en Ávila, se han echado a la calle después de saber que el Grupo Pascual, con el conocimiento de la Junta de Castilla y León, ha analizado el agua de sus manantiales para ser embotellada y explotada. Los pueblos creen que se pondría en juego el futuro de la ganadería y del abastecimiento de las casas.

Los comienzos de este conflicto se remontan a cinco años atrás, cuando la empresa Aguas Minerales Pascual incoa la solicitud para declarar las aguas del Corneja como minerales para su explotación.

El expediente se alarga en los plazos y hace unas semanas la Junta traslada a los ayuntamientos de Villafranca de la Sierra, Navaescurial, Navacepedilla y San Martín de la Vega del Alberche la opción para las alegaciones.

Los vecinos de los cuatro pueblos se oponen a esta medida "por estar amparada en una ley preconstitucional", la de minas, que les arrebata toda propiedad del agua del río, pero también por el futuro de sus campos.

Los vecinos no han recibido aún respuesta alguna del Grupo Leche Pascual. Si de la Junta que mediante un escrito aclara que la tramitación de este expediente es obligada pero que no es vinculante para una posible explotación.

Los vecinos de la comarca ya han recogido más de 2.000 firmas contra el uso de sus manantiales y están decididos a continuar con sus protestas.