Según investigadores de la UVa y el CSIC

Las altas temperaturas primaverales pueden ayudar al incremento de la producción de setas de otoño

Investigadores de Agrarias de Soria, de la UVa y del Instituto Pirenaico de Ecología-CSIC han descubierto los principales factores que desencadenan la fructificación de las setas en otoño

Ical

La producción de setas aumenta cuando los veranos y otoños son lluviosos. A este condicionante se le une el descubrimiento de un factor inesperado por los investigadores y es que las altas temperaturas primaverales son igual de importantes en la producción de las setas de otoño. "Una primavera temprana parece dar más tiempo para que el micelio se desarrolle, predisponiéndolas para producción cuando lleguen las lluvias otoñales", destacaron los investigadores de la Escuela de Ingenierías Agrarias de Soria de la Universidad de Valladolid y del Instituto Pirenaico de Ecología-CSIC, que han  conseguido desvelar los principales factores que desencadenan la fructificación de las setas en otoño, después de 15 años siguiendo la producción de setas en un pinar mediterráneo.

El trabajo de investigación fue financiado por el Grupo de Acción Local ADEMA y la Junta de Castilla y León y fue publicado por la revista 'Global Change Biolgy'. Muestra que "los factores climáticos que determinan las cosechas de setas son relativamente sencillos". 

Los modelos matemáticos desarrollados permiten, según los investigadores, tratar de comprender cómo serán las cosechas de hongos al final de este siglo, en "un planeta mucho más cálido". Los resultados no son muy halagüeños, ya que  "si bien el aumento de las temperaturas primaverales favorecerá a los hongos, alargando su actividad primaveral, el aumento de la temperatura durante el período de fructificación reducirá drásticamente la humedad del suelo que las setas necesitan para formarse, disminuyendo así sus cosechas". Estos resultados sugieren que a diferencia de lo predicho para las regiones lluviosas del norte de Europa, donde el calor hará aumentar las cosechas de setas, los bosques mediterráneos sufrirán una importante disminución en su producción micológica durante el siglo XXI.

"En todo caso, a partir de ahora habrá que fijarse en las temperaturas de primavera para intuir cómo será la cosecha de setas cuando lleguen las lluvias del otoño", destacaron los investigadores. 

Además de ser una delicia gastronómica, los hongos tienen un papel "muy relevante" en el mantenimiento de los ecosistemas por su importante papel tanto en los ciclos de nutrientes del suelo como en los de asimilación de nutrientes por parte de los árboles. Según la UVA, al igual que para otros organismos, la producción de setas podría verse afectada por el aumento generalizado de la temperatura en el planeta que acarrea el cambio climático.