UNIVERSIDAD | Salamanca

Comer insectos es bueno, según los expertos, a nivel nutritivo y medicinal

El catedrático de la Universidad china de Hunan, Wen Lizhang, ha impartido en Salamanca una conferencia sobre entomología, donde ha defendido el consumo y la exquisitez de los insectos

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Son nutritivos, digestivos y además su producción es ecológica. Nuestros tabúes culturales nos impiden imaginarlos en el plato pero el consumo de insectos, habitual en otros países, parece tener sólo ventajas. Sus defensores dicen que en un par de décadas tendremos que incluirlos en la dieta para satisfacer las necesidades alimenticias de la población mundial.

Comer algunos  insectos puede ser una solución a la escasez de recursos  y además una exquisitez. Lo sostiene el catedrático de la Universidad china de Hunan, Wen Lizhang, que ha realizado largas estancias en países más acostumbrados a ello como Méjico. Lo que coloquialmente englobamos en la categoría de 'bichos' esconde propiedades nutritivas e incluso medicinales. El excremento de una oruga se convierte, por ejemplo, en una infusión rica y digestiva.

En un país donde comemos gambas y cigalas, pensar en un saltamontes frito, el chapulín mejicano, provoca rechazo, pero es algo puramente cultural. Todo es cuestión de costumbre.

Las variedades de insectos comestibles existen en casi todo el mundo y pueden ser una reserva estratégica de proteínas. Con la ventaja añadida de que su producción genera menos impacto medioambiental: los insectos , a diferencia de vacas o cerdos, no producen metano. Una industria incipiente que abre un mundo de posibilidades.