La Guardia Civil ha reforzado la vigilancia en el Camino de Santiago con motivo de la Semana Santa. Y lo ha hecho en colaboración con la Gendarmería Francesa, patrullando conjuntamente por los 114 kilómetros de la Ruta Jacobea que discurren por la provincia de Burgos.
Una gendarme en el Camino de Santiago. Es lo primero que sorprende a los peregrinos franceses al ver su uniforme.
La presencia de los agentes refuerza la sensación de seguridad. Pero también supone una importante ayuda para los peregrinos francófonos.
Es una tarea que la Guardia Civil realiza a diario. Vigilan el patrimonio, inspeccionan los albergues, pero sobre todo, atienden cualquier necesidad de los caminantes.
278.000 peregrinos de 146 nacionalidades realizaron el año pasado la ruta a Compostela. Los franceses que estos días hacen los tramos burgaleses se sienten un poco más acompañados.