COOPERACIÓN Y SOLIDARIDAD

Nicolás Catellanos: 'Ha llegado el momento de la sociedad civil en la cooperación internacional'

Valladolid ha celebrado este fin de semana el Congreso sobre Cooperación Internacional, en el que ha participado el obispo emérito de Palencia

Ical

El obispo emérito de Palencia y presidente de la Fundación Hombres Nuevos, Nicolás Castellanos, consideró en Valladolid que "ha llegado el momento" de la implicación de la sociedad civil en la cooperación internacional. No en vano, apuntó que es muy importante que la ciudadanía "tome cartas en el asunto" porque la pobreza es un problema planetario y es una situación ante la que no puede quedar "indiferente".

Castellanos, que pronunció la conferencia 'El rol del voluntario en la cooperación' en el marco del I Congreso Formativo de Cooperación Internacional, aseguró que el voluntario busca la felicidad más allá del bienestar, practica la justicia y ejerce la solidaridad. De ahí el "reto" de la cultura de la solidaridad para cambiar los modos dominantes de actuar, pensar y sentir. En ese sentido, destacó las plataformas que transforman los valores como la familia, los amigos y los 'mass media'.

Una cultura de la solidaridad que tiene sus complicaciones puesto que recordó que este mundo no es habitable para todos. No en vano, aseveró que "unos" buscan la seguridad, el confort y la violación de los derechos humanos. "Viven como si no pasase nada en un mundo en que mueren 24.000 personas cada día", precisó. Y todo, apuntó, en un mundo donde el Estado de derecho debe velar por los derechos humanos, algo que debe ser recordado por el voluntariado.

El religioso leonés criticó el "predominio" del Norte, donde el sentimiento comunitario no existe. "Predomina el tener sobre el ser, el imperialismo del yo, el egoísmo, el egocentrismo y la satisfacción de los intereses particulares, donde prima el ánimo de lucro sin preocuparse del bien común", rubricó. Frente a ello, hablo de un Sur sometido a la dictadura de la pobreza. "La pobreza es un problema complejo y difícil de solucionar pero posible a través de la cooperación internacional", aseguró.

El también premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1998 explicó el Proyecto Hombres Nuevos que lleva a cabo en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia, donde Castellanos lleva 25 años como misionero "la mar de feliz". Un lugar al que llegó tras abandonar el Obispado de Palencia en 1991 y donde la ONG desarrolla 23 áreas.

La fundación gestiona, por ejemplo, la única facultad de teatro de todo el país, en colaboración con la Universidad Católica. Explicó que Bolivia cuenta con cerca de un millón de niños en edad escolar que no tienen escuela. "Antes construíamos seis escuelas al año y con la llegada de la crisis se ha reducido a una o dos al año y todo gracias a la iniciativa privada porque no hay subvenciones estatales o estructuras políticas", explicó a Ical. También, dan de comer a 300 niños cada día.

En la actualidad, Hombres Nuevos trabaja en un proyecto "estrella" para construir internados en el altiplano boliviano, porque las comunidades están dispersas y la escuela se ubica en el centro lo que evitaría desplazamientos de horas para acudir a estudiar.

Preguntado por el destino de los fondos, apuntó que "doy fe de lo mío de todo el dinero llega y un euro de aquí se multiplica por tres". En todo caso, abogó por elegir bien los proyectos y confiar en ONGs y fundaciones que invierten todos los fondos obtenidos.

A sus 82 años, aseguró que continuará en Bolivia como misionero "mientras el cuerpo aguante". Nicolás Castellanos apuntó que la iglesia siempre ha jugado un papel clave en la cooperación. Fruto de ello es que la institución con más credibilidad en ese país porque está al lado del pobre con proyectos integrales. "Tiene que continuar y tendremos que revisar para ver lo que es lo que falla para que sea una solidaridad más eficiente y más eficaz", consideró.