Es una empresa familiar muy peculiar, pero sirve para empezar a aprender de forma amena cómo se organiza un negocio con decenas de empleados. Los más jóvenes de las familias de empresarios de la comunidad han visitado El Circo Holiday, que ha pasado ya por las manos de siete generaciones.

Es la séptima generación en este circo, todo un ejemplo. Continuar con la empresa familiar es el reto de muchos empresarios. Gente como ellos, constructores, propietarios de empresas cárnicas, viticultores que por un día enseñan a sus hijos cómo mantener las raíces de un negocio.

El problema de la sucesión lo sufren todos los negocios, porque los niños aunque sus padres sean grandes empresarios, tiene otras miras.

Son empresas con raíces, cada una diferente, pero con un mismo objetivo, que pasados los años, cuando ellos se jubilen , sean sus herederos quienes tomen las riendas de sus negocios.