Cientos de personas arroparon  a Nuestra Madre de las Angustias. La venerada virgen zamorana acaba de ser coronada canónicamente, algo que reconoce la devoción histórica que se le rinde a la virgen en Zamora desde hace Siglos. La catedral de la ciudad del Duero se quedó pequeña para seguir el acto.

Acto solemne pero cargado de símbolos, palabras y música para arropar a una de las imágenes más queridas en Zamora: Nuestra Madre de las Angustias.

Con una Catedral abarrotada de fieles, la Virgen aguardaba junto a la puerta sur de la Catedral hasta donde se desplazaron parte de los 40 sacerdotes que concelebraron la coronación. Antes, el Obispo de Zamora en su homilía recordaba el sentido del acto.

Tras rociar la corona, de oro plata y brillantes, hecha por donaciones de muchos de sus fieles, el obispo inició procesión y le impuso la corona sobre la cabeza de la imagen de nuestra Madre de las Angustias. Mientras el Coro Sacro Jerónimo Aguado interpretaba el Aleluia de Haendel.

Fue el momento cumbre de una ceremonia que duró casi dos horas y que terminó con la procesión de Nuestra Madre coronada por las calles de la ciudad.