D. O. Ribera de Duero

Bodegas Emilio Moro invierte 3,5 millones de euros en la ampliación de sus instalaciones

La prestigiosa bodega de Ribera del Duero amplía su nave de elaboración para incorporar nueva tecnología y aumentar su capacidad de producción para dar respuesta a la creciente demanda internacional de sus vinos.

rtvcyl.es

Ante los excelentes resultados obtenidos en el pasado ejercicio y con el fin de dar respuesta al aumento de la demanda internacional de sus vinos -presentes ya en 70 países-, la bodega ribereña ha decidido invertir 3,5 millones de euros para ampliar sus instalaciones de Pesquera de Duero, en Valladolid. La mayor parte de la inversión, 2,5 millones de euros, irá destinada a la construcción de una nueva nave de elaboración cuyas obras se prevé que finalicen el próximo agosto.

El resto de la inversión, un millón de euros, se destinará a la compra de 15 hectáreas de terreno para la plantación de viñedo y a la adquisición de nuevas barricas. Además, se dotará a la infraestructura de un programa de gestión integrado capaz de dar soluciones a una bodega moderna e innovadora como es Bodegas Emilio Moro.

Con todo, la bodega aumentará su capacidad de producción con el objetivo de atender la creciente demanda, sobre todo, de Finca Resalso, cuya aceptación en el mercado ha sido excelente gracias su magnífica relación calidad-precio.

La inversión permitirá también incorporar las últimas tecnologías en la elaboración del vino. Como el sistema de remontado 'Oresteo' que, basado en la inyección de carbónico por la base del depósito de fermentación, consigue la necesaria homogenización del mosto y de los hollejos sin hacer intervenir ninguna bomba. Esto significa que el respeto por la uva es máximo. Además, tiene una clara ventaja medioambiental: es capaz de ahorrar de manera considerable los consumos eléctricos necesarios durante vendimias.

En pos de la calidad del vino, se adquirirán también sensores de potencial libre para instalar en el interior de los depósitos. Estos sensores son capaces de proporcionar una medida a tiempo real de la tendencia que tiene un vino a oxidarse o a reducirse, siendo una herramienta muy útil para gestionar de manera eficiente y precisa las operaciones en bodega.