POESÍA

Fermín Herrero, 'conmocionado' y 'abrumado' por el Premio Castilla y León de las Letras

El poeta soriano, afincado en la provincia de Valladolid, confiesa que el galardón es 'una culminación' para su obra

Ical

"Conmocionado" recibió el poeta soriano Fermín Herrero (Ausejo de la Sierra, 1963) la llamada de la consejera de Cultura y Turismo, Alicia García, comunicándole que el jurado había decidido por unanimidad concederle el Premio Castilla y León de las Letras 2014. Su móvil sonó cuando caminaba "perdido por el monte" junto a su esposa y un amigo de ambos, en pleno puerto de Oncala, en el corazón de las Tierras Altas sorianas que le vieron nacer y que han inspirado la mayor parte de su obra poética.

Escasas horas después, mientras todavía intenta asimilar un galardón que le tiene "abrumado", explica a Ical que este reconocimiento supone "una culminación" para su obra. Con una quincena de poemarios a sus espaldas, Fermín Herrero ha sido distinguido en los últimos veinte años con infinidad de premios como el Gerardo Diego (por 'Anagnórisis', 1994), Hiperión ('Echarse al monte', 1997), Ciudad de Córdoba ('Un lugar habitable', 2000), Fray Luis de León ('Endechas del consuelo', 2006), Alfons el Magnànim ('Tempero', 2011), Ciudad de Salamanca ('De atardecida, cielos', 2012), y más recientemente el Gil de Biedma y el Premio de la Crítica de Castilla y León (ambos por 'La gratitud', 2014).

Sin embargo, el Premio Castilla y León tiene un sabor muy especial para él. "Éste no tiene nada que ver. Es un premio que lo han ganado tres Premios Cervantes y en la nómina de premiados hay gente admirable y escritores que considero que están entre lo mejor del último siglo. No quiero citar a nadie vivo, pero por ejemplo lo ganó Claudio Rodríguez en 1986, y yo siempre he escrito para parecerme un poco a Claudio Rodríguez...", desliza sonriente, confesando que sin dudar, si le preguntaran por el mejor poeta del siglo XX, "y no sólo en Castilla", elegiría al poeta zamorano "por encima de Lorca y de todos los demás".

Tras agradecer "la generosidad del jurado", destaca la amplia representación de poetas entre los ganadores del galardón desde que se creó en 1984, con ejemplos como Antonio Gamoneda, el citado Claudio Rodríguez, Francisco Pino, Antonio Colinas, José María Fernández Nieto o Jesús Hilario Tundidor el pasado año. "La poesía lo tiene difícil pero al mismo tiempo es difícil de exterminar. Gamoneda dice que no es un género literario y tiene razón, es otra cosa", argumenta.

El hombre y el paisaje

Fermín Herrero nació entre los parques naturales del Moncayo y de la Sierra de Cebollera, paisajes de las Tierras Altas sorianas asolados por la despoblación y con menos densidad de habitantes que el Sáhara, que son el punto de partida de sus poemas, epifanías de lo pequeño dominadas por el silencio con una depuración exquisita.

Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Zaragoza, Herrero es profesor de Lengua y Literatura en el Instituto de Íscar. A sus espaldas cuenta con una laureada trayectoria independiente, que hunde sus raíces vitales y lingüísticas en el mundo rural de sus orígenes para ramificarse en un universo contemporáneo globalizado frente al que la palabra aún puede jugar un importante papel de disección, denuncia, asombro, rescate o nostalgia.