El vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Marco Antonio González, denunció hoy en el cuartel de la Guardia Civil de Riaño (León) la aparición de dos fosas con restos humanos en el paraje del Puerto del Pando, una con tres cuerpos y otra con los restos de un solo individuo. Las labores de exhumación de las dos fosas, que se llevan a cabo desde la semana pasada en terrenos pertenecientes al municipio de Boca de Huérgano, finalizarán mañana y los restos serán trasladados para su estudio al laboratorio que la asociación tiene en Ponferrada, donde se llevará a cabo un informe osteológico y se tratarán de extraer muestras de ADN para una posible identificación genética.
Al respecto, González indicó que "al parecer no se trata de personas asesinadas el mismo día, sino en fechas diferentes" aunque apuntó que las tareas de identificación serán complicadas porque "los restos están algo deteriorados". Los responsables de la prospección informaron de la aparición , en la fosa individual, de una prótesis dental, algo poco habitual en esa época y que puede facilitar las labores de los investigadores.
Las víctimas podrían proceder de las cuencas mineras de Guardo, de Sabero y de Cistierna. Los asesinatos en esa zona comenzaron en agosto de 1936 y se prolongan hasta febrero de 1937, aunque podría haber alguno de otoño de 1937 tras la caída del Frente de Asturias. Algunos familiares de víctimas se acercaron a las fosas descubiertas hoy y apuntaron que la gran fosa que buscan los encargados de los trabajos podría encontrarse en la zona de Monteviejo, en un paraje "de difícil acceso y complicadísima prospección", apuntaron.
En ese sentido, el vicepresidente de la asociación insistió en que los ocho arqueólogos que trabajan en el lugar buscan testimonios que puedan proporcionar información de más enterramientos que se sabe que hay en la zona. En la denuncia presentada hoy ante la Guardia Civil, la ARMH informó del hallazgo de restos humanos "con evidentes signos de violencia", así como de numerosos casquillos de bala encontrados en la zona, algo que los investigadores consideran una señal inequívoca de que existen más fosas en el entorno.