En Burgos, la Policía ha clausurado los toboganes de un parque recién inaugurado en un barrio de la capital. En sólo dos semanas una niña se ha fracturado un tobillo y dos jóvenes, las manos cuando bajaban por ellos. Los vecinos dicen que tienen demasiada pendiente.

Hace a penas un mes que se inauguró el parque de toboganes de San Isidro. Sin embargo, la policía ha clausurado los seis toboganes con los que cuenta tras registrarse tres accidentes de gravedad.

Los usuarios de este parque aseguran que resulta difícil parar antes de llegar al final del tobogán. Además, unos troncos de madera que limitan el perímetro del foso de arena contribuyen a añadir el peligro a quienes caen allí.