Tenían pensado llevar su protesta hasta el final, como habían hecho saber durante los últimos días, hasta que se comprometiera el pago de las ayudas para el cierre ordenado de la minería. Pero finalmente los cuatro mineros encerrados desde hace 18 días en el pozo Aurelio de Santa Lucía de Gordón (León), una medida a la que el pasado martes sumaron una huelga de hambre, han tenido que dejar a un lado su protesta “por prescripción médica”.

El médico, que en los últimos días visitaba a diario a Elías, Dani, Sócrates y Álvaro, para conocer su estado de salud, alertó hoy a los representantes del comité de empresa de que era “muy recomendable” que estos cuatro mineros pusieran fin a esta medida de presión “cuanto antes”. De esta manera, representantes del comité de empresa consiguieron que los cuatro mineros desistieran de su intención de prolongar el encierro.

A las 19.00 horas, los cuatro mineros dijeron adiós a la que ha sido su morada a 200 metros de profundidad para volver a la superficie y reencontrarse con sus familiares, que les esperaban muy emocionados en la bocamina, donde no pudieron contener las lágrimas por volver a abrazar a los que son “unos héroes”. Junto a ellos, decenas de trabajadores, vecinos y conocidos de la zona que no quisieron perder la ocasión de agradecer a estos cuatro mineros el esfuerzo que han llevado a cabo estos días para presionar en busca de una solución a la crítica situación que atraviesa la Hullera Vasco-Leonesa.