CÁMARA DE COMERCIO DE ESPAÑA

El índice innovador de Castilla y León, por debajo de la media, en el puesto 12 de las autonomías

El mayor peso relativo del turismo y la agricultura en la Comunidad, sectores 'menos intensos' en la utilización innovadores, son los argumentos principales de la entidad cameral

Ical

Castilla y León ocupa el puesto doce en la lista de las autonomías más innovadoras elaborado por la Cámara de Comercio de España, con un índice de 0,33, frente a una media nacional de 0,45.

El Observatorio de Competitividad Empresarial del primer trimestre de 2016, que ha publicado la entidad cameral, refleja que las comunidades autónomas más innovadoras de España son País Vasco (0,67), Navarra (0,60), Madrid (0,56) y Cataluña (0,54), caracterizadas por un importante peso de la industria y los servicios avanzados en sus economías.

El Observatorio analiza la relación entre la innovación y diferentes variables económicas, mediante un indicador sintético que proporciona información y el posicionamiento de las comunidades autónomas respecto a la media nacional. Así, las más innovadoras presentan "una mayor renta per cápita y menor tasa de paro". Asimismo, las comunidades con más inversión empresarial en innovación tienen "más empresas exportadoras y exportan más en términos relativos".

En el lado opuesto se encuentran aquellas en las que el turismo y la agricultura tienen un mayor peso relativo, actividades "menos intensas en la utilización de recursos para la innovación, dada su naturaleza productiva", un espectro en el que se encuentra Castilla y León.

La iniciativa puesta en marcha por las cámaras refleja que el coste excesivo y la falta de recursos son los principales obstáculos que encuentran las pymes españolas a la hora de acometer procesos de innovación.

En concreto, el coste global elevado es señalado para el 26,32 por ciento de las empresas, mientras que la falta de fondos propios, para el 26,1 por ciento. A esta carencia de recursos internos se une el dato del 21,1 por ciento que sitúa la falta de financiación externa como el principal freno a los planes inversores en esta materia. La falta de recursos es, en definitiva, la principal barrera para que las empresas españolas innoven.

Para el director del Servicio de Estudios de la Cámara de Comercio de España, Raúl Mínguez, la base empresarial española se caracteriza por el predominio de microempresas (de 0 a 9 empleados), que suponen el 95,9 por ciento del tejido de empresas y la innovación "está íntimamente relacionada con el tamaño empresarial".

Por ello, abogó por poner en marcha acciones que posibiliten el crecimiento del tamaño medio, "empresas con más músculo que puedan acometer mayores inversiones en innovación y, por lo tanto, con mayor capacidad competitiva."

No en vano, como pone de relieve el informe, la innovación se asocia a una mayor renta per cápita, una menor tasa de paro y una creciente internacionalización de las empresas.

"No es necesario innovar"

Otro dato destacable es el hecho de que una cuarta parte de las empresas, en concreto el 25,4 por ciento, afirma que no es necesario innovar porque no hay demanda de innovación y un 10 por ciento señala que ya innovó en años anteriores. Para Raúl Mínguez, estos datos reflejan que aún es necesario sensibilizar a las empresas, especialmente a las de menores dimensiones, sobre la importancia de la práctica innovadora de modo sostenido como factor estratégico para ganar competitividad y consolidarse en el mercado.

De hecho, las previsiones recogidas por el Observatorio de Competitividad revelan que el 28 por ciento de las empresas españolas no tiene previsto invertir en innovación a lo largo de 2016, "lo que evidencia la necesidad de continuar con las medidas de sensibilización, información, estímulo y asesoramiento en la materia". En contrapartida, la mayoría de las compañías, el 69 por ciento, prevé mantener o incrementar los recursos destinados a innovar durante el presente ejercicio.

Según recoge el informe de la Cámara de Comercio de España, la falta de personal cualificado es otro de los obstáculos que alegan las empresas, en concreto por un 12,3 por ciento.