Conservación de la naturaleza

Más de 1.000 guardabosques han sido asesinados por cazadores furtivos en la última década

  • El año pasado 20.000 elefantes fueron masacrados en África.

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El antropólogo belga Emmanuel de Merode hablaba ayer tranquilamente desde un control policial en el aeropuerto de la ciudad congoleña de Goma. Pero podía estar bajo tierra. El pasado 15 de abril, De Merode, director del Parque Nacional de Virunga, en República Democrática de Congo, recibió cuatro tiros en las piernas y en el estómago cuando regresaba a la reserva natural, la más antigua de África y célebre en todo el mundo por las investigaciones realizadas allí por la primatóloga Dian Fossey y popularizadas por la película Gorilas en la niebla.

Virunga es una reliquia de otro tiempo. En sus 7.900 kilómetros cuadrados, casi la superficie de la isla de Puerto Rico, hay dos centenares de especies de mamíferos, 700 especies de aves y otro centenar de reptiles, repartidos por el mayor mosaico de hábitats del continente: picos nevados, planicies volcánicas, sabanas, ciénagas. Y entre ellos sobresale la joya del parque: los gorilas de montaña, en grave peligro de extinción. De los aproximadamente 880 ejemplares que quedan en el mundo, una cuarta parte se refugia en Virunga.

Pero, como demuestran los agujeros de bala en las tripas de De Merode, custodiar esta riqueza natural tiene un precio inasumible. Unos 140 guardaparques han sido asesinados en los últimos 15 años, a manos de cazadores furtivos o de soldados de las tropas rebeldes de Laurent Nkunda, un señor de la guerra que acusa al Ejército de la República Democrática de Congo de estar detrás del genocidio de Ruanda en 1994.

PERSEGUIDOS

“Lamentablemente, el ataque no es un hecho infrecuente en el Parque Nacional de Virunga”, declaró De Merode cinco días después de ser tiroteado. “Nuestros guardabosques son perseguidos a menudo debido a su difícil trabajo de proteger el parque y sus numerosos y preciados recursos naturales”.

Y Virunga no es una excepción. En la última década, más de 1.000 guardabosques han sido asesinados en reservas naturales de todo el mundo y muchos más han sido heridos, según ha denunciado la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en vísperas del Día Mundial del Guardabosques, que se celebra el jueves.

El papel de estos rangers, como son conocidos en inglés, es esencial. Más de 1.000 rinocerontes, una cifra récord, fueron cazados furtivamente por sus cuernos a lo largo de 2013 en Sudáfrica, hogar para el 83% de los rinocerontes africanos, según ha destacado la UICN en un comunicado. En el mismo año, unos 20.000 elefantes fueron masacrados ilegalmente en África.

LA DELGADA LÍNEA VERDE

Los guardabosques son “la delgada línea verde” —como les gusta autodenominarse en referencia al libro La delgada línea roja, sobre la Segunda Guerra Mundial— que separa a los furtivos de la fauna amenazada. Pero, en muchas ocasiones, esta frágil barrera es borrada a tiros. En lo que va de año, 56 rangers han perdido la vida en la primera línea de fuego de la conservación de la naturaleza, 29 de ellos a manos de los furtivos, según las estimaciones de la Federación Internacional de Guardabosques. El año pasado las víctimas llegaron al centenar en todo el mundo, aunque pueden ser muchas más, ya que la organización sólo cuenta con datos suministrados voluntariamente por unos 35 países.

“Los guardabosques son los guardianes de los bienes naturales más preciados de nuestro planeta y desconcierta pensar que, cada día que van a trabajar, sus vidas están en peligro por culpa de la codicia y la crueldad humanas”, ha afirmado en un comunicado Julia Marton-Lefèvre, directora general de la UICN, una organización que agrupa a 89 países, más de un millar de ONG y otro millar de científicos.

Aproximadamente el 60% de los asesinatos de rangers este año han ocurrido en Asia, sobre todo en India. Este país, junto a Tailandia, Kenia y la República Democrática de Congo, han sufrido el mayor aumento de las muertes, al ser regiones por las que pululan elefantes y rinocerontes, codiciados por los furtivos.

APOYO Y RESPETO

“Estamos muy preocupados porque los rangers continúan enfrentándose a altos niveles de violencia y están siendo asesinados a un ritmo alarmante”, ha manifestado Sean Willmore, presidente de la Federación Internacional de Guardabosques. “Aunque el mundo está siendo poco a poco consciente de su difícil situación, tenemos que convertir este conocimiento en una acción significativa sobre el terreno y asegurarnos de que el peligroso trabajo que llevan a cabo los guardaparques para proteger nuestra valiosa fauna salvaje recibe el apoyo y el respeto que merece”, ha demandado.

Virunga puede ser un ejemplo del camino a seguir. Apenas 300 guardabosques han patrullado en los últimos años la gigantesca reserva natural, pero otros 200 se sumarán en 2015, gracias al dinero de la fundación de Howard G. Buffet, un rico empresario estadounidense hijo del multimillonario especulador Warren Buffet. Además, el director de Virunga está intentando que se respete más la figura del guardabosques, con iniciativas como la creación de un Fondo para los Rangers Caídos, que ayuda económicamente a las familias de los guardaparques asesinados.

Como declaró De Merode tras reincorporarse a la defensa del último refugio de los gorilas de montaña, apenas un mes después de haber sido tiroteado: “No importa lo que ocurra, nuestro trabajo debe continuar”.