La Ley de Ordenación del Territorio pretende acoplar los servicios a las características de cada territorio. Ya ha terminado el plazo para presentar alegaciones a las áreas funcionales estables, es decir, los grandes municipios y sus alfoces. El Gobierno Abierto ha recibido sólo 15 objecciones a unos mapas que afectan a más de 200 Ayuntamientos.

Las áreas funcionales estables son sólo espacios territoriales, no constituyen por sí mismas ni asociaciones, ni administraciones. Son los espacios físicos sobre los que, en un futuro, se pueden constituir las mancomunidades de interés general urbanas.

Son 15, repartidas entre los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes y sus alfoces. Pero Benavente reclama su área propia. Argumentan que son más de 19.000 habitantes y que ya cumple la función de centro neurálgico de prestación de servicios.

Sin embargo, la queja que más se repite y que suscribe el colegio de geógrafos es que sólo se ha tenido en cuenta la colindancia para elaborar estos mapas. El ejemplo más palpable está en Ponferrada donde aseguran que aunque hay municipios pegados, las comunicaciones terrestres son pésimas. Y los menos de 15 kilómetros se triplican cuando se cortan las carreteras en invierno.

También hay alegaciones puntuales como la que afecta a la urbanización de El Otero.Una mitad pertenece a Tudela de Duero y la otra, a Aldeamayor de San Martín. Pues bien, Tudela está incluída en el área funcional de Valladolid y Aldeamayor no. Los habitantes se preguntan si recibirán servicios diferenciados unos vecinos de otros.

Son alegaciones concretas también las que han planteado Pancorbo y Mansilla de las Mulas que se quedan fuera de las áreas de Miranda de Ebro y León y piden estar incluidas.