Varios miembros pertenecientes a dos familias que han perdido sus viviendas y a otra que está a punto de perderla se encadenaron este martes en el interior de una entidad bancaria ubicada en la céntrica calle de Santa Clara, en la capital zamorana, donde permanecieron durante cuatro horas, hasta el cierre, cuando fueron desalojados sin incidentes por agentes de la Policía Nacional.

“Llevamos casi dos años así y el banco nos da largas. Queremos una solución. El banco no dice nada y se encargan de ir cambiando de un superior a otro y nuestro abogado dice que ya no puede más”, explicó, en declaraciones a la agencia Ical, Jesús Alonso, ganadero de Burganes de Valverde, desde el interior de la entidad financiera, todavía con las cadenas. “Cuando pensamos que se va a llegar a un pequeño acuerdo, cambian la persona de contacto tenemos que volver a empezar de cero. No podemos seguir así”, añadió.

Jesús Alonso y otro de los afectados reivindican sendas condonaciones de deuda alquileres sociales, mientras que la tercera familia pide la dación en pago, al no haber perdido todavía la casa. “Mañana vamos a volver otra vez porque no nos queda más remedio. Tenemos que conseguir alguna solución”, aseguró. “Hoy nos dejaron comer dentro y nos echaron nada más cerrar la sucursal. Cortaron las cadenas y nos sacaron. Estaban un poco enfadados con nosotros y se han quedado las cadenas. Hemos protestado porque las vamos a necesitar mañana, cuando volvamos”, agregó.

“Es una situación que no se puede asumir porque hablamos de personas que no tienen ingresos y que malviven. Tienen que pedir comida a Cáritas y a Cruz Roja. Llevamos muchos meses negociando y siempre hay un jefe que tiene un superior que tiene otro superior y que ni siquiera coge el teléfono a los abogados”, indicó Jessica Gutiérrez, de la Plataforma de Afectados por Hipotecas. "Hemos recurrido por las cláusulas abusivas pero, al final, el banco es el que tiene el poder", concluyó.