SEMINCI | Valladolid

Isabel Coixet levanta el telón con 'La librería', una fábula que rinde homenaje a la literatura y la fortaleza femenina

La realizadora catalana cosechó intensos aplausos tras el pase de prensa de la película inaugural del certamen

Ical

''Cuando leemos una historia la habitamos. Las cubiertas de un libro y sus páginas son las paredes y el techo de una casa, de un hogar''. Con esas palabras en la voz en off de Julie Christie arranca ‘La librería’, el último largometraje de la cineasta catalana Isabel Coixet, cuyo estreno internacional levantó hoy el telón de la 62 Semana Internacional de Cine de Valladolid. Con diez minutos de retraso arrancó la proyección de esta fábula, que adapta a la gran pantalla el libro homónimo de Penelope Fitzgerald, que tenía enamorada a Coixet desde hacía años: ''Es una novela magistral'', sentenció la directora.

Ambientada a finales de los años 50, la película se despliega como un canto a la libertad y a la resistencia (''me resisto a pensar que el mundo se divide entre seres humanos exterminadores y exterminados'', sugiere la voz en off que acompaña la narración), frente a las imposiciones injustas, a la vez que intenta plasmar en imágenes el poder de la lectura, empujando a las personas a conocerse a sí mismas y a descubrir mundos más habitables que el que nos rodea. 

''A mí los libros me han salvado la vida en muchísimas situaciones. Para mí son un camino de conocimiento, de autoconocimiento, de exploración del mundo. Me da mucha pena la gente que no le gusta leer. Los libros y las películas me han permitido vivir mil vidas que, de otra manera, no hubiera vivido, y desarrollar un concepto de empatía, de ponerme en el lugar del otro, que para mí es lo único que puede salvarnos'', argumentó Coixet.

El relato comienza cuando Florence Green, una joven viuda, llega al pequeño pueblo costero de Hardborough para intentar recomenzar su vida. Tras más de una década de soledad, desde que falleció su marido en la guerra, decide reencontrarse con el espíritu del hombre que la enamoró abriendo una librería (el lugar mágico donde ambos se conocieron y entablaron su inmortal historia de amor). Es una mujer valiente, llena de coraje, capaz de enfrentarse a cualquier adversidad por hacer realidad su sueño, y en el camino encontrará numerosos obstáculos, capitaneados por Violet Gamart (Patricia Clarkson), pero también algunos cómplices, como el señor Brundish, un anciano viudo, como ella, al que da vida con sobriedad y brillo el británico Bill Nighy.

El actor acompañó a la cineasta en la presentación internacional del film, hoy en Valladolid, y señaló que su papel en el film ''es uno de los mejores'' que ha ''hecho nunca''. Según explicó, la protagonista, Emily Mortimer, es amiga personal suya, y fue ella quien le habló del proyecto de adaptación de la novela, que resultó ser una de sus favoritas. ''He leído todo de ella y ‘La librería’ es uno de mis libros preferidos. Soy adicto a las librerías pequeñas e independientes, es lo que hago en mi tiempo libre'', señaló. Además, explicó que quedó prendado de la adaptación: ''Me impresionó. Ya estaba familiarizado con mi personaje ya que conocía el libro, y fue un privilegio encarnarlo''.

''Bill es como el sueño húmedo de cualquier director, porque sabes que si le dices que interprete a una silla lo hará. Sabes que bajo su apariencia hay un mundo turbulento, interesante, fascinante, y cuanto menos hace, más fascinante resulta'', apuntó la directora.

Un camino muy largo

Coixet explicó que sacar adelante el proyecto ha conllevado un camino ''muy largo'', desde que los productores le ofrecieron ponerse al frente. ''Nos decían que tenía un final melancólico, y tuvimos que escuchar muchas veces que había una historia de amor pero no era evidente, pero los productores estuvieron a mi lado. Ha sido un proyecto muy difícil, con una mujer de mediana edad como protagonista, que no tiene un escudo galáctico, donde no hay heroínas ni héroes, ni incestos, sino una historia del pequeño sueño de una mujer que quiere poner una librería en un lugar donde no lo hay'', resumió.

Sobre su protagonista, Coixet señaló que ''el personaje de Florence ha vivido una vida protegida hasta entonces en su cabeza, el mundo de la viudedad. Nunca ha salido de esa burbuja y, en cuanto sale, se da cuenta de que el infierno son los otros, pero al menos ha vivido. Creo que es importante salir de la burbuja y vivir con todas las consecuencias que eso tiene. Tú has plantado una semilla y ya no importa tu destino individual, importa tu brújula moral y qué quieres tú para el futuro. Y el futuro es Christine, alguien que se da cuenta de que las librerías son un paraíso'', apuntó en alusión a la pequeña ayudante que encuentra para su negocio el personaje.

Además, agradeció que Seminci sea ''el primer festival del mundo que no solo habla de la presencia femenina sino que lo pone en práctica''. ''Me encantaría que no se preguntara sobre estas cosas porque significaría que hemos alcanzado la normalidad, pero el mundo y las cosas no son normales, así que la apuesta de Javier (Angulo) y de su equipo es admirable y ojalá todos los festivales del mundo la imiten. No creo que todas las mujeres seamos genios, pero también tenemos derecho a ser mediocres. Si conseguimos tener una presencia equitativa, no sé si el mundo será mejor o no, probablemente sí porque peor es difícil, pero seguro que más justo, y eso hará que las cosas sean mejores''.

Y sobre los posibles paralelismos entre la hostilidad que encuentra su personaje en el lugar que considera su hogar, y la situación que afronta ella misma al posicionarse a favor de la unidad de España en los actuales momentos de tensión en Cataluña, señaló que siente ''una conexión muy especial con este personaje'' desde que leyó la novela. ''Siempre he sentido que era un poco una persona rara, con una brújula moral muy específica. Soy de Barcelona, catalana, española, europea y del barrio de Gracia. Vivimos unos tiempos muy muy extraños para los cuales no tenemos mapa, ni brújula ni nada. Al margen de los paralelismos que algunos espectadores puedan apreciar en Dentro de veinte años espero que alguien la vea y vea ahí cosas que están en la naturaleza humana'', sentenció.