La consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta, Milagros Marcos, anunció este viernes una inversión de 21,1 millones de euros para la transformación en regadío de las 2.135 hectáreas del sector IV del Canal Cea-Carrión, plan que afectan a los términos de Villalón de Campos, Villafrades y Herrín de Campos, en la provincia de Valladolid, y a la localidad palentina de Boadilla de Rioseco, y del que se beneficiarán 197 agricultores.

Marcos firmó un convenio de colaboración con la comunidad de regantes que permitirá la construcción de una estación de bombeo y de red de tuberías de 43,8 kilómetros de longitud que llevará el agua desde la balsa de acumulación hasta los 162 hidrantes que se ubicarán en las parcelas de la zona regable.

Las obras, que se licitarán el próximo mes de junio y que tienen un plazo de ejecución de 24 meses, suponen la ultima fase de la transformación de regadío de un sector en el que ya se han invertido 34 millones de euros repartidos entre la construcción de una balsa con una capacidad de 10 hectómetros cúbicos -la mayor construida hasta ahora en Castilla y León-, y en la concentración parcelaria de los cuatro términos municipales, de la que se han beneficiado 1.260 propietarios y afectó a 16.296 hectáreas

La consejera destacó que es la última fase de un "gran proyecto necesario" y que servirá para mejorar la rentabilidad de las explotaciones, ya que se pueden incorporar nuevos cultivos, para impulsar la economía de la comarca y para fijar población en el medio rural. En este sentido, Marcos recalcó que el número de incorporaciones de jóvenes agricultores es 6,5 veces superior en zonas de alta intensidad de regadío que en secano y que la población en las zonas regables es tres veces superior. "Pocas inversiones no deslocalizables puede hacer la administración que tenga tan claro los beneficios en el medio rural", aseveró Marcos.

Al mismo tiempo, la consejera resaltó que la puesta en marcha de esta zona regable es un ejemplo de integración medioambiental, dado que el proyecto se asiente en una zona ZEPA e incluye numerosas medidas de protección a las aves que han sido desarrolladas junto a colectivos ecologistas, entre las que se incluyen tres islas flotantes para el asentamiento de aves que se ubicaran en propia balsa, que ocupa una superficie de 117 hectáreas.

La consejera también destacó que la construcción de esta balsa está acorde con los planteamientos del Pacto Nacional de Agua, ya que permite tener capacidad de almacenamiento de agua en la época invernal.

Marcos, que también recalcó que el proyecto contará con los últimos sistemas tecnológicos de telecontrol para optimizar el consumo de agua, indicó que con este proyecto la Junta ya ha transformado en regadío 10.000 hectáreas desde el inicio de la legislatura, la mitad de las comprometidas por el presidente Herrera hasta el año 2023 tal y como se recoge en el Mapa de Infraestructuras Agrarias.

Reconocimiento a Valín

La consejera también tuvo unas palabras de reconocimiento al impulsor de este proyecto, el exconsejero de Agricultura y expresidente de la Confederación Hidrográfica del Duero, José Valín, que estuvo presente en el acto, y que también recibió las mismas del propio presidente de la comunidad de regantes, José Luis Antón, y del subdirector de Infraestructuras Agrarias del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), Rafael Sáez.

Antón, que aseguró que no era el momento de reproches, reconoció que han sido muchos años de espera e "incertidumbres", ya que la declaración de impacto ambiental se aprobó en 2003 y seis años después los proyectos de la balsa y la concentración. No obstante, también agradeció el esfuerzo de la Junta, dado que ha sido un proyecto asumido en solitario por las arcas autonómicas.

Al acto también asistió el presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, que argumentó que esta inversión es un claro ejemplo de la sensibilidad de la Junta con el medio rural, con la agricultura y con un una tierra "con tanta personalidad" como Tierra de Campos.