Les mostramos una pequeña falangue que perteneció al dedo meñique de la mano izquierda de un homínido que vivió en Atapuerca hace 1. 300.000 años. Su descubrimiento fue el punto de partida para el estudio comparativo de la evolución de nuestras manos.
La investigación nos demuestra que hace mas de un millón de años los homínidos podían crear herramientas complejas. No lo hicieron porque su cerebro todavía no sabia que podía hacerlo.
En la opinión de los investigadores el uso continuado de la tecnología actual no variará nuestra morfología , ya que no es una cuestión de vida o de muerte.
Manos parecidas pero con huesos mucho mas fuertes. Una robusted que nosotros hemos dejado atrás en la evolución.