En las últimas décadas en muchos municipios y enclaves estratégicos de Castilla y León se construyeron polígonos industriales. Una parte de ellos siguen vacíos, sin empresas que se instalen en esos terrenos. La Junta ha abaratado el suelo para impulsar las ventas en sus polígonos autonómicos, que están al 60 por ciento de ocupación. En total, habría 9 millones de metros cuadrados de suelo industrial por vender en Castilla y León.

Dice la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, que en Castilla y León tenemos el suelo más competitivo de España. En el último año se han vendido 56 parcelas, más de 175.000 metros cuadrados de suelo industrial, el doble que durante los tres años anteriores juntos.

Detrás está el abaratamiento del suelo en casi un 42 por ciento, bonificaciones y facilidades de financiación de las empresas. Ahora, las mayores demandas se centran en desarrollar suelo tecnológico, sin olvidar los proyectos ya iniciados como el polígono Canal de Castilla, cerca de Valladolid, el más grande de la comunidad.

Precio, servicios y comunicación

El precio del suelo es la principal premisa para una empresa a la hora de instalarse en un polígono industrial. Además, también son importantes las instalaciones asociadas. Los servicios que ofrece el polígono. Otro punto a tener en cuenta son sus accesos y carreteras. Hay polígonos prácticamente vacíos como el de Baltanás, Dueñas o Magaz de Pisuerga.

La Junta de Castilla y León sólo gestiona un 35% de los casi 144 millones de metros cuadrados de suelo industrial de la comunidad, más de 14.000 campos de fútbol. Otros polígonos dependen del Estado, ayuntamientos, diputaciones o grupos de empresarios privados.

Entre 2004 y 2007 nació la fiebre por construir polígonos. Hoy ofrecen un paisaje de rotondas vacías, aparcamientos sin coches y parcelas plagadas de maleza.