El proyecto para la instalación de una explotación porcina con una capacidad de 3.444 cerdas en producción de lechones y 10 verracos en Cerecinos de Campos (Zamora) recibió la declaración de impacto ambiental favorable, según publica el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl). Se trata de una de las denominadas 'macrogranjas' que se pretenden abrir en varios municipios de la provincia zamorana y que llega en plena polémica social.
La declaración es favorable "a los solos efectos ambientales", tal y como aclara la orden, sobre el desarrollo del proyecto, "siempre y cuando se cumplan las condiciones que se establecen en la declaración, y sin perjuicio del cumplimiento de las normas urbanísticas o de cualquier otro tipo, que pudieran impedir o condicionar su realización".
De momento, han sido consultadas varias administraciones y organismos afectados. Es el caso del Servicio Territorial de Cultura de Zamora, que indica que "no existe ningún yacimiento arqueológico en el área del proyecto"; al igual que el Servicio Territorial de Medio Ambiente, que dio el visto bueno tras emitir un primer informe en el que indicó que el proyecto se ubicaba en Red Natura 2000 y en el que solicitaba la subsanación de "ciertas deficiencias". En el mismo sentido se mostró Agricultura y Ganadería, mientras que la Confederación Hidrográfica del Duero señaló que la balsa de purines -uno de los principales riesgos de los habitantes de estos pueblos- "se pretende ubicar en zona de policía de cauce e incluye una serie de medidas protectoras".
La explotación se proyecta para la multiplicación de reproductores, produciendo lechones que saldrán de la explotación con seis kilos y serán engordados en otras granjas. La infraestructura estará integrada por ocho naves para aprendizaje a máquinas de alimentación y boxes para desvieje; cubrición; gestación confirmada; partos; lazareto; y servicios auxiliares. Se suma una balsa de purines de 19.660 metros cúbicos de capacidad, muelles de carga y descarga, vado sanitario y vallado perimetral.
Para la obtención de agua potable se ejecutará un sondeo en la propia parcela y el suministro eléctrico procederá de una línea eléctrica que pasa por este punto, junto a la que se dispondrá un transformador de 250 kilovatios, soterrándose toda la instalación.
Las deyecciones ganaderas serán objeto de valorización agrícola conforme al plan de gestión presentado y se depositarán en la balsa de almacenamiento exterior, con capacidad suficiente para almacenarlas durante más de un año. De forma periódica se esparcirán a modo de abono por el conjunto de fincas comprometidas para ello, disponiendo de un total de 431,22 hectáreas, superficie superior a la necesaria para dicha gestión, estimada en 220 hectáreas.