Un lince ibérico llamado Kentaro deambula desde hace dos días por la comarca de Sanabria, Zamora, después de haber recorrido en pleno proceso divagante cientos de kilómetros desde los Montes de Toledo, desde que fue soltado el pasado 26 e noviembre de 2014 y que le ha llevado por las provincias de Toledo, Madrid, Cuenca, Guadalajara, Zaragoza, Soria, La Rioja, Burgos, Palencia, Valladolid y Zamora, además de Portugal. Entretanto, su hermano, Khan, se dirigió al sur de España y el pasado mes de junio volvió hacia Portugal.
"La sorpresa es que este ejemplar ha hecho un enorme desplazamiento y, ocho meses después, en verano, apareció en la provincia de Zamora, desde Valladolid", explicó Jesús Palacios, del Servicio Territorial de Medio Ambiente de Zamora. "Desde finales de julio se le hizo un seguimiento por satélite y por antena móvil, localizándolo por triangulación, de todas las etapas que iba realizando. La Delegación Territorial de la Junta y la Dirección General del Medio Natural estableció un protocolo de seguimiento en el que participaron técnicos, agentes medioambientales y celadores", indicó.
Kentaro llegó por primera vez a la provincia de Zamora el 21 de julio de 2015 y, en esta ocasión, entró por Belver de los Montes y fue hacia el oeste, pasando por el sur de la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila y la Sierra de la Culebra, para salir hacia Portugal por Alcañices y entrar de nuevo a Sanabria.
"Ahora mismo está en Sanabria, desde hace dos días. Es algo enormemente sorprendente por el tremendo desplazamiento que hace, primero en dirección norte; luego oeste, sur, norte de nuevo… Ahora no sabemos el comportamiento que tendrá pero ha roto muchísimos esquemas de desplazamientos de esta especie, en proceso divagante", rubricó Palacios. "El animal está solo porque fue al norte. Si llega a ir al sur se habría unido a otras poblaciones de linces pero está teniendo un comportamiento sorprendente. Son animales relativamente longevos, hasta doce o trece años. Cuando encuentre una zona ‘lincera’, se establecerá en ella", añadió.
En noviembre de 2014, dentro de un proyecto Life+ Iberlince, que promueve que lince se incorpore a sus zonas históricas, se sueltan en varias zonas ejemplares procedentes de crías en cautividad realizadas en cuatro centros españoles, concretamente, en Granada, Cádiz, Jerez de la Frontera y Cáceres, además del Centro Nacional de Reprodução do Lince Ibérico (CNRLI), en la localidad portuguesa de Silves, donde nació Kentaro.
"En esos cinco centros de cría en cautividad nacen todos los años bastantes cachorros para la reintroducción en zonas históricas y para reforzar las poblaciones y compensar bajas por atropellos", comentó Jesús Palacios. "Hay de 300 ejemplares en el mundo. Nuestro lince es una subespecie del lince boreal, más grande que el nuestro y de bosque, abundante y sin problemas de conservación, El lince ibérico está considerado como el felino más amenazado el planeta desde 2002", puntualizó.
Obstáculos
Se da la circunstancia de que Kentaro ha superado todo tipo de obstáculos en su recorrido por la mitad norte de la Península Ibérica, incluidos autovías, numerosas carreteras de doble sentido, líneas del Ave y embalses. "Ha pasado por Tierra de Campos en agosto, después de la cosecha. Un animal de ese tamaño debería haberse visto y pasó desapercibido. Tiene un enorme potencial de supervivencia", se admiró Palacios.
"En ciertas zonas de Sanabria hay referencias fiables de haberse visto históricamente algunos ejemplares de lince. Está muy ligado al conejo aunque se puede alimentar de muchas otras especies. Este lince cazó una liebre en directo cerca de Zamora, observado por los técnicos", anotó.