SALAMANCA

Bonet cree que no hubo declaración y que la respuesta del Gobierno debe ser 'proporcionada'

El presidente de Freixenet y de la Cámara de Comercio de España reitera que, si se produce la independencia, su empresa cambiará su sede social

Ical

El presidente de la Cámara de Comercio de España y de la empresa catalana Freixenet, José Luis Bonet, consideró  que la declaración de independencia realizada  por el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, "es una acción que no es acción porque es una declaración que no es declaración" y, por tanto, pidió al Gobierno una respuesta "proporcionada".

Bonet consideró no ser "quien para decirle nada al presidente del Gobierno", pero sí se manifestó de acuerdo con la declaración de Mariano Rajoy de que "las respuestas deben ser proporcionadas a las acciones que se produzcan". Así, y ya que en su opinión "la acción de ayer es una acción que no es acción, la respuesta tiene que estar de acuerdo con esto".

"Si hubiese sido una declaración solemne de independencia como algunos querían, hubiese sido otro tipo de reacción la necesaria", continuó Bonet, quien no obstante señaló que "esto es un tema que el Gobierno va a resolver hoy y no soy el Gobierno". En cualquier caso, el presidente de Freixenet se mostró partidario de "recuperar la normalidad que no se debía haber perdido nunca".

Y es que para Bonet, la decisión de Puigdemont de lanzar un desafío independentista a España supuso la salida "en una semana de las principales empresas del territorio", lo que, al contrario de lo que piensa el presidente catalán, "no es ninguna cosa intrascendente". Recalcó así que "en el caso de que haya independencia, propondré al Consejo de Freixenet la salida de Cataluña como sede social" en la próxima reunión del mismo, a finales de octubre.

Sí quiso reseñar Bonet que la posible salida de la empresa supone "algo, pero nada relevante" a nivel de ventas en Cataluña, puesto que "hay reacción en algunas partes de Cataluña por mi postura pública, pero en otras partes hay una reacción que compensa la primera así que no hay una repercusión importante". Además, reseñó que "Freixenet es una empresa que exporta el 80 por ciento de su producción así que la relevancia es menor".

También reveló que "hasta aquí, el empresariado ha estado seguro en Cataluña" y que este está "dividido, como toda la sociedad catalana". "Hay empresarios, los menos, que son independentistas, y otros empresarios, los más, que no lo son", continuó Bonet, quien se definió como "catalán, español y europeo y no veo inconveniente en esto porque todo suma". Además, afirmó que los empresarios que piensan como él "no estamos en absoluto de acuerdo con el planteamiento secesionista".

En cualquier caso, el presidente de Freixenet remarcó la necesidad de que "Cataluña recupere la normalidad porque, de no recuperarse, la inestabilidad que existe va a perjudicar a la economía y el perjuicio de la economía es el perjuicio del bienestar de la gente, porque las empresas son la pieza clave de nuestro sistema y si sufren, sufre la gente".

Cámaras de Comercio

José Luis Bonet realizó estas declaraciones durante su visita institucional, como presidente de la Cámara de Comercio de España, a Salamanca, donde defendió la necesidad de estas corporaciones de derecho público como "instrumentos imprescindibles en la situación actual de España".

"Fue una barbaridad intentar que desaparecieran", señaló Bonet, quien afirmó que "en este momento, son imprescindibles porque las pymes están saliendo y necesitan toda la ayuda de las Cámaras para fortalecerse y posicionarse en el mundo", puesto que estas son "la mayor parte del tejido productivo español y la crisis les ha enseñado que, o salen, o desaparecen".

Esa salida de las pymes al exterior supone, según Bonet, "algo revolucionario que va a permitir un salto adelante del conjunto del país y del bienestar de la gente" porque, "si se salvan algunos problemas evidentes como el desafío secesionista de los dirigentes de la Generalitat, lo que le espera a España es un salto tan importante o casi como el que ha dado en los últimos 40 años".

Por ello consideró clave que porque "la crisis catalana puede frenar esto, porque según como evolucione puede provocar un frenazo al ciclo positivo en el que está la economía española en estos momentos". Por ello, abogó por "solucionar" el desafío independentista para "recuperar la normalidad que no se debía haber perdido nunca".