Las 33 comarcas agrarias ya pueden echar la cerilla para limpiar el campo. Ayer día 27 ya prendieron en las Merindades burgalesas, en el Cerrato palenitno, en el Burgo de Osma soriano, en Tierra de Campos vallisoletana y en Cuéllar en la provincia de Segovia.

Doce años después, los agricultores ven satisfecha una prioridad para el campo. Pero sólo a medias. Consideran que la medida llega tarde (finales de octubre, cuando ya están en plena sementera) y además es engañosa porque no se les permite quemar todo lo que se indicaba en un principio.

Además, explotan cuando ven que hasta ahora se les consideraba terroristas del campo. Los beneficios más inmediatos, aseguran, serán para regenera los suelos y evitar emplear muchos litros de productos fitosanitarios (herbicidas, fungicidas, etc) "Cada año he visto que van aumentando los hongos, los insectos, las malas hierbas, y pienso que es necesario" no cuenta, afirma Silvia, una joven agricultora de Castrillo de Onielo. 

La pregunta que se hacen ahora los agricultores es: ¿por qué no se puede quemar de contínuo, mañana, pasado y al siguiente? Y aprovechar así la circunstancia de que el buen tiempo les está concediendo una oportunidad de oro. No entienden por qué se les da permiso cada 6 días y no de corrido como antiguamente. Juegan en contra de la meteorología y si vienen las lluvias, adiós a quemar. 

La imagen se repetirá hasta el 1 de diciembre.