Julio, el niño de Sueros de Cepeda (León) al que una sentencia judicial obliga a vivir con su familia materna, tuvo que ser trasladado este viernes nuevamente al Complejo Asistencial de León al sufrir una fuerte crisis de ansiedad.

La juez había fijado este viernes para que Julio fuera entregado a sus abuelos maternos en un punto de encuentro en la capital leonesa para posteriormente viajar a Cantabria y cumplir la sentencia. Sin embargo, el niño, entre gritos y llantos, se negó a salir del vehículo y, víctima de una nueva crisis de ansiedad, tuvo que ser atendido por los servicios médicos.

Decenas de personas se concentraron esta tarde en la céntrica calle de Padre Isla de la capital leonesa, en los alrededores del punto de encuentro fijado para que Julio se encontrase con su familia materna. Los abuelos llegaron alrededor de las 17.15 horas, mientras que un poco más tarde lo hizo el menor, que se negó en todo momento a salir del vehículo.

Julio contó con el apoyo de los vecinos de Sueros de Cepeda, que se trasladaron hasta la capital leonesa para, una vez más, respaldar a Julio y a su familia paterna, con la que ha residido en los últimos años. Ante una fuerte presencia policial, los servicios médicos introdujeron al menos en una ambulancia pasadas las 18 horas, momento en el que fue trasladado al centro hospitalario.

La juez había ordenado el traslado de Julio a un punto de encuentro familiar para cumplir la sentencia y que el niño viajara hasta Cantabria, después de que la Audiencia de esta comunidad fallara la entrega de la custodia del menor a sus abuelos maternos.

Cabe recordar que Julio reside con su familia paterna desde el año 2009 cuando, en el mes de mayo, el padre del joven, natural de la localidad leonesa, fue asesinado por dos leoneses en Mataporquera (Cantabria), por lo que la madre fue condenada a 18 años de prisión una vez que se probó su participación en la muerte de su pareja.