El oso pardo continúa su expansión en la Cordillera Cantábrica. Ya hay contabilizados más de 250 ejemplares. En la población oriental, en el norte de Palencia, la explosión demográfica en los últimos años es notable. Gracias en parte a la llegada de machos de la parte occidental de León y Asturias.
En los años 80 la especie estuvo a punto de desaparecer. Ahora su salud es de hierro. "En toda la Cordillera Cantábrica estimamos que habrá 250 ejemplares y en crecimiento. Hace 2 décadas había años que no encontrábamos osas con pequeños, estaba al borde de la extinción, y en los años 2014 y 2015 encontramos 6 osas cada año con crias. Eso quiere decir claramente que la población se está recuperando" afirma Guillermo Palomero, Director de la Fundación Oso Pardo.
Los hayedos son una de sus principales fuentes de alimentación. Este año hay hayucos y frutos para aburrir y esa es una de las claves por la que esta campaña las osas y sus crias apenas hayan hibernado.
También ayuda el cambio climático y el descenso del furtivismo.