La buena noticia, extraordinaria noticia es que Castilla y león no se va de Birminghan sin medalla. Saúl Ordoñez se colgó el bronce en los 800 metros.

El berciano cruzó la línea de meta en tercera posición consiguiendo el mayor logro de su carrera. Por momentos llegó a ser plata ya que descalificaron al estadounidense Windle que había sido segundo.

Reclamó la Federación norteamericana y prosperó su recurso. Saúl Ódoñez se subió al tercer escalón del podio. Sorpresón ya que se había metido en la final por tiempos. El favorito era Álvaro de Arriba, pero el salmantino fue quinto.