Medio ambiente

Quiñones pone como ejemplo el proyecto de ecoturismo de la Reserva Biológica de Campanarios de Azaba

El consejero visita la reserva gestionada por la Fundación Naturaleza y Hombre que 'hace sostenible el aprovechamiento económico y social de los territorios con su conservación'

Ical

El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, señaló hoy como "ejemplo magnífico" el proyecto de ecoturismo que la Fundación Naturaleza y Hombre puso en marcha en las más de 600 hectáreas con las que cuenta en la Reserva Biológica de Campanarios de Azaba, en la frontera entre Salamanca y Portugal.

El proyecto consiste en la colocación de multitud de observatorios a lo largo de la finca para "garantizar la observación de casi 60 especies del ámbito mediterráneo", explicó el presidente de la Fundación, Carlos Sánchez. Todo ello acompañado de un hotel en mitad de la reserva para dar ese servicio a los grupos de fotógrafos y crear así una nueva iniciativa de aprovechamiento de los territorios compatible con la conservación de la naturaleza.

Dicha iniciativa, así como la gestión de la propia reserva, fue alabada hoy durante su visita a la misma por el consejero de Fomento y Medio Ambiente, quien incidió en que, mientras "algunas personas trabajan para destruir", en referencia a la cantidad de incendios provocados que está sufriendo este verano la Comunidad, "otras, agrupadas en una fundación, trabajan para conservar y luchar por nuestro patrimonio y biodiversidad".

"La Fundación Naturaleza y Hombre tiene como finalidad cuidar de nuestro entorno natural y recuperar ecosistemas, además de una filosofía que compartimos en la Junta que es la coexistencia entre naturaleza y hombre", señaló Suárez-Quiñones, quien destacó esa teoría frente a "determinadas concepciones donde parece que el hombre estorba".

"El medio ambiente es dinámico y debe ser disfrutado para el desarrollo de la personalidad del hombre", continuó Suárez-Quiñones, para quien la Reserva Biológica de Campanarios de Azaba cumple con esa función de "hacer sostenible el aprovechamiento económico y social de los territorios naturales y rurales con su conservación".

Afirmó así que en la reserva, de más de 600 hectáreas de las casi 10.000 que la Fundación gestiona a través del proyecto europeo 'Life' en las provincias de Salamanca, Cáceres y centro interior de Portugal, permite "obtener unos rendimientos económicos, crear empleo joven y local y fijar población mientras se conservan, recuperan y mejoran los habitats".

"Nada más hay que venir por la pista de tierra para llegar a este lugar y ver lo maravillosamente conservada que está la dehesa, en la que se puede ver buitre negro, cigüeña negra, águila real y todo tipo de especies vegetales", manifestó Suárez-Quiñones, quien reiteró que el trabajo de la Fundación Naturaleza y Hombre es "un ejemplo" y por ello les felicitó desde la Junta de Castilla y León.

Reserva Biológica

Por su parte, el responsable de la Fundación Naturaleza y Hombre, Carlos Sánchez, consideró el de hoy como "un día importante como reconocimiento al trabajo que desarrollamos en esta reserva desde el año 2009, cuando se empieza a desarrollar un proyecto de conservación de la naturaleza que consistió en una desintensificación de la finca para llevarla a una estado de conservación de hábitats y especies de forma prioritaria".

Sánchez explicó que aunque los usos del hábitat "generan recursos económicos", estos están "subordinados a las acciones de conservación", situación que, sin embargo, "no ha sido un obstáculo para que la propia reserva y el proyecto de conservación de la naturaleza sea generador económico y de empleo". No obstante, la reserva mantiene a más de diez personas trabajando en la conservación de la naturaleza y en el proyecto de educación ambiental por el que "todos los colegios de la zona pasan por la reserva al menos una vez al año".