En España se venden cada año un millón y medio de coches de segunda mano, 85.000 de ellos en Castilla y León. Se compran dos vehículos usados por cada coche nuevo, y más del 60% se mueve entre particulares. Sin embargo seguimos sin tomar precauciones.
Este servicio cuesta unos 150 euros, revisa unos 120 puntos del vehículo, y emite un informe técnico sin entrar a valorar el precio de venta. Más allá de los datos objetivos, tiene además experiencia para observar aquellos indicios que generan desconfianza. A pesar de lo que diga el cuentakilómetros.
El negocio mueve más de 9.000 millones de euros al año y algunas grandes marcas, se ven seriamente dañadas.
Con este tipo de servicios, se evitan los fraudes. Y en Valladolid, al menos, habría 400 clientes estafados menos.