PERIODISMO | Presenta en la UVa 'Por una mirada-mundo'

Armand Mattelart: 'los medios están hoy tan atrapados por la actualidad que no tienen tiempo para pensar'

  • Autor de decenas de publicaciones sobre teoría de la comunicación, lamenta que la sociedad esté perdiendo su capacidad crítica y subraya que se utiliza el miedo para controlar la opinión pública.

rtvcyl.es

El sociólogo belga Armand Mattelart aseguró este lunes en Valladolid que "los medios de comunicación están hoy tan atrapados por la actualidad que no tienen tiempo de realmente pensar". En su opinión, "el contexto les lleva a abandonar la verdadera misión del periodista, que es reflexionar y ofrecer una reflexión para que los lectores puedan apropiarse de lo que dicen, y así reaccionen y puedan darle forma a su propio pensamiento. Lo mismo sucede en la educación: tanto los profesores como los periodistas, más allá de ofrecer luz y claridad a la masa, tienen la misión de promover la reflexión de los ciudadanos".

Autor de decenas de publicaciones sobre teoría de la comunicación, Mattelart presentó en la Facultad de Filosofía y Letras de Valladolid y en el Campus de Segovia Maria Zambrano de la Universidad de Valladolid su último libro 'Por una mirada-mundo' (Gedisa, 2013), que reúne las conversaciones mantenidas a lo largo de los últimos años con Michel Sénecal, uno de los grandes teóricos de la comunicación y la cultura.

Antes de comenzar su intervención ante los alumnos vallisoletanos, Mattelart lamentó que la sociedad sea cada vez menos crítica, y aseguró que "el mejor sistema de control de la opinión pública es el hecho de que la gente se sienta sin ninguna perspectiva de futuro, pensando que no hay solución. Ese fatalismo crea miedo, y el miedo es en definitiva el mejor medio de control".

Para él, la clave para revertir la situación pasa por la educación, algo que califica como "esencial", ya que "ahí empieza todo". Además, subraya la necesidad de crear observatorios de comunicación en los cuales estuvieran representados a través de una alianza periodistas, usuarios e investigadores, algo "dificilísimo hoy en Europa", donde "enseguida intervienen elementos políticos" pero que está siendo viable en ciertos países latinoamericanos.

Autor de ensayos como 'Un mundo vigilado' (Paidos, 2009), recalca la "doble faceta" de la eclosión popular de las redes sociales, que si bien "han aportado una cierta reflexión", "carecen de la lógica que presidía las antiguas redes sociales, formadas por ciudadanos solidarios que trabajaban juntos". "Ahora la razón de ser de las redes sociales se apoya en una lógica individualistica, que persigue la adquisición de notoriedad para los individuos, y todo ello con una idea de la amistad totalmente estrafalaria", añade.

Según detalló, es preciso realizar "una reflexión crítica" en torno al uso de las nuevas tecnologías, que están "dominadas por la ambigüedad en un mundo donde la tecnología actúa como una hidra y está en todas partes". "El problema es que estamos en una sociedad donde la teoría crítica de la comunicación está en retroceso, y emergen las desigualdades sociales que fueron ocultadas durante todo el periodo de auge de la globalización neoliberal", reflexiona.

Miradas diferentes

Mattelart destacó también la importancia de los medios de comunicación regionales y locales, que "propician una reflexión sobre la centralidad de los aparatos de hegemonía, que son los que controlan la mayor parte de la construcción del consenso". "En España, al contrario que sucede en Francia, hay varias estrategias regionales de comunicación, y es fundamental contar con escalas diferentes de la información, porque de otra manera el receptor sólo razonaría a partir de lo que recibe del sistema central", argumenta.

Con el estreno en televisión de 'Operación Palace' (el falso documental de Jordi Évole estrenado en la noche del domingo en La Sexta) aún candente, y el consecuente revuelo levantado en torno a la posibilidad de manipulación, para Mattelart "el problema es que durante todo el periodo triunfal del neoliberalismo intentaron convencernos de que cada individuo es libre como consumidor. Eso hizo que la gente dejara de cuestionarse cómo se fabrica una opinión y un consenso, y ahora de repente se están dando cuenta de que no es tan sencillo, y de que estamos en un mundo donde la noción de manipulación, que hemos rechazado durante décadas, resurge. Así se constata al ver las noticias internacionales, y comprobar cómo al contarnos las guerras de Libia, Siria o Ucrania, la mayor parte de medios europeos nos manipulan. No es que tú estés de acuerdo con el gobierno de Ucrania, el problema es que las interpretaciones que te dan son parciales".