Una treintena de niños segovianos han entrado en contacto con la labor que realiza la Policía Científica a través de este taller de la concejalía de Juventud de Segovia.
Han aprendido las claves a la hora de realizar un retrato robot, identificar huellas dactilares e incluso seguir otros tipos de rastros: "Los delincuentes, cuando van a robar en las casas, ponen la oreja para ver si hay alguien dentro y dejan la huella", tal y como les ha explicado el oficial, Fernando Castrillo.
Los pequeños, como buenos investigadores, saben que todo comienza cuando los delincuentes "saben que les van a pillar pero hacen lo posible para que no pase", pero "dejan alguna señal o alguna huella". Por ello, reconocen que el trabajo de la policía "es muy interesante y pueden resolver casos chulos" y "dan mucha alegria por ayudar a la gente y detener ladrones". Y, además: "Hay que llevar porras y esposas".
Pero el objetivo final de esta actividad, tal y como ha apuntado el inspector jefe, José María Aceves: "Que sepan que tienen que estar a este lado, no al otro".