Apenas pasan ya trenes por Veguellina. Pero los que todavía pasan cumplen una función fundamental para conectar la localidad, el municipio de Villarejo y las comarcas cercanas con León, Ponferrada o incluso Valladolid o Madrid. Es su principal medio de transporte, pero si no hay usuarios, no hay servicio. Y temen que eso sea lo que pretende Renfe: encontrar la excusa para eliminarlo.

"El dato que nos dieron era de cincuenta viajeros al año, cuando nosotros hemos visto aquí días de veinte, treinta y más", afirma Joaquín Llamas, alcalde de Villarejo de Órbigo.

La explicación de Renfe, por correo electrónico, es que la norma permite que algunos trenes no tengan interventor. En ese caso es obligatorio que los viajeros adquieran el billete en ventanilla o por Internet. Pero no es fácil en Veguellina. La ventanilla cerró hace unos cinco años. Y las nuevas tecnologías tampoco ayudan.

"A Madrid, por ejemplo, por Internet no aparece esta estación. Sí hay parada, pero tú tienes que sacar el billete desde León, desde Astorga o desde otro punto. O en todo caso acercarte a otra estación donde sí haya ventanilla para sacarlo. Hasta ahí se nos está quitando la visibilidad.", denuncia Joaquín Llamas.

La empresa ha reaccionado en los últimos días y ha vuelto a poner revisores desde que llegó la denuncia del alcalde. Pero insisten en pedir más presencia, como ya lo han hecho en otras ocasiones con manifestaciones multitudinarias.

Calcula Llamas que el área de influencia de esta parada puede llegar a unos 30.000 leoneses, y está dispuesto a crear una forma para contabilizar los viajeros y evitar datos erróneos. El Órbigo necesita el tren para avanzar.